
Nayra Rivera Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.-Alejandro Gómez Herrera, comandante en la Policía Municipal de Zacatecas, suele mirar para todos lados y presta atención a sonidos extraños sin importar si está en servicio o en sus días de descanso, debido al asedio del crimen organizado.
En 2022, Zacatecas ocupó el primer lugar a nivel nacional de agentes asesinados, con 60 elementos caídos, los cuales se encuentran entre los 978 homicidios dolosos registrados en ese mismo periodo, según cifras oficiales.
Los 75 mil 275 kilómetros cuadrados que comprenden el territorio estatal son disputados por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Talibanes, el Cártel del Noroeste y el de Sinaloa.
«Desde el momento de portar un uniforme sientes miedo, claro que tengo miedo, el día que no tenga miedo voy a estar muerto, soy un ser humano», reconoce el agente.
Además de sus actividades, el comandante Gómez, de 52 años, también se encarga de organizar los homenajes de sus compañeros asesinados.
Apenas el 26 de enero despidió a Damaris Villeda, una policía municipal asesinada en Cieneguillas cuando salía de su casa con rumbo a la comandancia.
La comunidad donde ocurrió el crimen se encuentra a 15 kilómetros de la capital y, de acuerdo con el oficial, para los municipales moverse a esos puntos representa un peligro mayor.
«Los puntos rojos son varias colonias (…) ni hablar de las comunidades, algunas están retiradas, y es donde verdaderamente aumenta el temor», cuenta.
El comandante Gómez considera a la entidad un «trampolín», por ser un punto que conecta el norte, el centro del País y el Pacífico. En total colinda con ocho estados, entre ellos San Luis Potosí, Jalisco y Guanajuato.
«Aquí vienen (los criminales) a hacer el cambio de vehículos, de aeronaves, cambio de rutas, Zacatecas es conocido por ello», refiere.
Por ello, sabe que al hacer detenciones, decomisos de armas y de drogas afecta la estructura de algunos de los grupos delictivos, los cuales responden de forma violenta.
Las bajas de agentes ha impactado a su círculo cercano, luego de que su pareja de patrullaje fue desaparecido.
«(Recuerdo) cuando se llevaron a un compañero en especial, era mi pareja de trabajo, patrullamos un tiempo y desafortunadamente de la noche a la mañana no sabes dónde quedó, qué hicieron con él, eso es causa de miedo, es un miedo que traes dentro y por fuera», señala.
Ante este escenario, afirma, el punto clave para mantenerse vivo es extremar su seguridad, estar alerta tanto en los descansos, pero sobre todo a la hora de estar activos. Mirar a todos lados, variar las rutas, identificar rostros, autos, sonidos. Utilizar los cinco sentidos como herramienta.
La infiltración del crimen en la policía es un problema que el agente reconoce hasta en altos niveles de mando; sin embargo, dice desconocer los pagos y su forma de operar.
Zacatecas capital tiene una percepción de inseguridad del 93.3 por ciento, reveló el Inegi, según una encuesta aplicada en el último trimestre de 2022.
PASADO MILITAR
Antes de ser policía, el comandante Gómez pasó 19 años en el Ejército, también estuvo en la Unidad de Robo y Asalto de la Extinta Policía Judicial del Estado y en la Policía Bancaria.
Durante esos años, dice, ha visto cómo la inseguridad ha ido en aumento y los grupos criminales han cambiado sus estrategias.
«Los tiempos han cambiado, antes estaba un grupo de personas generadores de la violencia que llevaban más control en todo tipo de operación, te hablo de hace 15 años, había control en todos los tipos de aspectos, pero he notado que han emigrado más grupos de la delincuencia queriéndose apoderar de los territorios, el control se ha perdido y se ha detonado la inseguridad», narra.
Ante ello, las autoridades reforzaron la coordinación entre fuerzas federales, estatales y municipales.