Staff
Agencia Reforma

GUADALAJARA, Jalisco.-La imagen le dio la vuelta al mundo por su nivel de violencia, un perro camina de noche por las calles de un poblado, llevaba una cabeza humana en el hocico.
Esas calles eran las del Municipio de Monte Escobedo, Zacatecas, donde la cabeza de un hombre fue dejada junto a mensajes amenazantes en un cajero automático la noche del 26 de octubre.
En Zacatecas la disputa entre cárteles es tal que los homicidios dolosos, las privaciones de la libertad y las desapariciones alcanzaron en el 2021 sus peores números en los últimos 7 años, La tendencia continúa al alza en 2022.
Los asesinatos se multiplicaron casi por seis en una comparativa entre 2015, cuando sumaron 286 y 2021, que registró mil 625 casos.
Además, en 2015, la Entidad sumó 91 víctimas de desaparición, y para el 2021 fueron 833. En el mismo lapso las privaciones ilegales de la libertad pasaron de 181 a 664 casos.
¿Cómo llegó el Estado que colinda al norte con Jalisco a ser noticia a nivel internacional por escenas sangrientas como la de un perro que carga con la cabeza de una persona?
En ese Estado -gobernado desde finales de 2021 por David Monreal, de Morena, y previamente por el PRI- se mantiene una lucha entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa, señalan autoridades y confirman los narcomensajes que se dejan los grupos rivales.
De acuerdo con reportes periodísticos la guerra se agudizó en 2020, cuando ambos grupos con presencia nacional comenzaron a generar alianzas con grupos locales.
Los registros señalan que un brazo armado del Cártel de Sinaloa identificado como Operativo MZ, está aliado con un grupo denominado Los Talibanes, su presencia es más fuerte en el norte de Zacatecas y de una parte del suroriente.
Por su parte, el CJNG se alió con grupos del Cártel del Golfo en esa Entidad, y mantienen presencia en el sur, en los límites con Jalisco.
Controlar Zacatecas es relevante para los criminales por ser una ruta de trasiego de drogas hacia el norte del país y los Estados Unidos, señalan reportes de instituciones estadounidenses.
La disputa ha cruzado varias franjas rojas.
El 11 de octubre Esmeralda Castañón, policía Municipal de Zacatecas, fue asesinada en su descanso en plena capital del Estado. Los criminales también mataron a su hijo de 8 años.
Bloqueos, masacres y asesinatos de policías se han vivido también en Apulco, Fresnillo, Jerez, y Valparaíso.
En medio quedan los habitantes del Estado, por ejemplo, Fresnillo se convirtió en el Municipio con mayor percepción de inseguridad del país en la más reciente encuesta del INEGI, pues el 94.7 por ciento de los encuestados se dijo inseguro.
Zacatecas capital fue el cuarto peor Municipio en ese rubro, el 90.7 percibió la ciudad como insegura.
Ante la violencia y la falta de respuesta de la autoridad, los pobladores abandonan sus casas. El Reporte Global sobre Desplazados Internos publicado en mayo expuso que en Zacatecas durante el 2021 hubo 3 mil 600 desplazamientos.
En Jalisco, pobladores de la Región Norte han acusado la presencia de retenes criminales, un episodio ligado con estos puntos de revisión criminales se registró el 30 de junio de 2021, el estudiante de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Luis Fernando Montes de Oca, fue asesinado cuando prestaba su año de servicio en la región.