
Son 90 años intensos en la vida del licenciado Gabriel Villalobos Ramírez. Y este hecho sentido que se ha reflejado en un encuentro familiar y amistoso convertido por mor de esta circunstancia afecta en una jornada excelsa y cargada de razón emocionante y dichosa.
La ciudad de Aguascalientes se hizo eco de este evento que, aunque íntimo, se habló con notoriedad en los estamentos y locales públicos de la larga historia laboral de la persona Gabriel Villalobos Ramírez, abogado y notario público de la ciudad. Y este feliz aniversario reunió a muchos familiares del homenajeado y personal laboral de la abogacía y otras disciplinas de Aguascalientes, pues Don Gabriel tuvo en su dilatada carrera profesional diversos campos de la cultura y la sapiencia como fundador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, entre otros ámbitos de la actividad docente y jurídica. Una edad provecta la de este notario, pero dotada de una lucidez impresionante y unas ganas de abrazar a la vida, como lo demostró en la misa celebrada en la histórica parroquia del Señor del Encino y posterior comida en la Hacienda Gran Hotel La Noria.
Momentos de sentimiento y dicha ante un tributo pleno de sensibilidad y amor abierto ante la figura egregia del licenciado Gabriel Villalobos Ramírez. Y esta hermosa ciudad de Aguascalientes sigue presente en la mente y obra de Don Gabriel, pues no en vano toda su existencia ha sido eje central de su actividad profesional y el pintoresco barrio de Triana, tan español y colonial, el marco primigenio de sus amores existenciales. Bien por la personalidad polifacética del licenciado Gabriel Villalobos Ramírez, un entusiasta y vitalista personaje de la vida cotidiana de Aguascalientes, lector empedernido de la historia mexicana y los clásicos españoles y un notable saxofonista con la partitura propia del pasodoble “Triana”, que fue interpretado en su homenaje con golpes de ánimo y aplausos imposibles con unos invitados preñados de afectividad y galanura. Para un periodista español como el que suscribe, la celebración festiva y animosa en honor del licenciado Gabriel Villalobos Ramírez, perfectamente organizada por sus hijos Gabriel, Jorge, Luis Fernando, Miguel y Lupita, contribuyó a realzar este grato convivio que será recordado con entusiasmo y dicha por mí. Abrazos españoles a la gente buena de Aguascalientes, en especial a la maestra en investigación educativa Irma Leticia Medina Ramírez y familia por su hospitalidad y entrega. Y al veterano notario de la ciudad hidrocálida, mis respetos y ventura por esas extensas lunas de vida. Con entusiasmo.
Carlos Cuesta. Periodista español.