Fernando López Gutiérrez

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El pasado viernes 21 de noviembre, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía dio a conocer que el Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre del presente año creció 2.2% con respecto al mismo periodo del 2013. Como consecuencia de dicho anuncio, el mismo día, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público emitió un comunicado en el que destacó los avances observados en diversos sectores de la economía e informó sobre un cambio metodológico para la publicación de las estimaciones de crecimiento.

A pesar de los aspectos positivos que resalta la Secretaría de Hacienda durante el periodo julio–septiembre de 2014 (mayor dinamismo en el comercio, las manufacturas, la construcción y el sector agropecuario), el nivel de crecimiento observado durante dichos meses implica una posibilidad muy baja de alcanzar el pronóstico previsto para la totalidad del presente año. Al respecto, cabe recordar que el crecimiento del PIB para el 2014 había sido calculado, en un inicio, a una tasa de 3.9% y se ajustó en el mes de mayo a una estimación de 2.7%, la cual seguramente no se alcanzará.

La Secretaría de Hacienda ha evitado realizar de forma explícita el anuncio de un ajuste más a la estimación de crecimiento para el presente año; aprovechando la presentación de una “nueva mecánica del divulgación de pronósticos de crecimiento”, genera una estimación fijada en un rango que va de 2.1% a 2.6%. No obstante, la renuencia de las autoridades para expresarlo de forma clara y directa, el establecimiento del rango mencionado representa un nuevo cálculo de la estimación del crecimiento para 2014, que en el mejor de los casos sería de 0.1% (el valor más alto del rango), y en el peor de 0.6% (el valor más bajo).

Sorprende la presentación de la nueva metodología en la publicación de las estimaciones de crecimiento de PIB de forma tan abrupta, a poco más de un mes de finalizar el año; extrañan las limitadas explicaciones para justificar dicho cambio. Aunque la Secretaría de Hacienda señala que esta determinación incrementa la transparencia en la información que se presenta al público, parece que el establecimiento de rangos tan amplios y con límites superiores tan altos –según información existente en torno a la evolución de nuestra economía–, constituye un instrumento para eludir la responsabilidad de las autoridades sobre los pronósticos de crecimiento.