
La Noticia:
Muchos estadounidenses viajan a México para obtener servicios médicos, sin saber que esta actividad que les parece de bajo costo puede conllevar muchos riesgos… (bbc.com).
Comentario:
Sobresalió el secuestro de cuatro ciudadanos americanos (dos fallecieron lamentablemente) en Matamoros, Tamaulipas. Habían cruzado la frontera para un tratamiento médico, igual que miles de estadounidenses usuarios de los servicios médicos mexicanos. La BBC, al igual que muchos medios americanos han resaltado la peligrosidad de esta industria.
Hay quienes culpan a la política de “abrazos, no balazos” de López Obrador de ser la culpable del deterioro de la seguridad en las ciudades fronterizas. Hay quienes dicen que los americanos saben del riesgo y es su culpa si aún así deciden venir a México para ahorrarse unos cuantos dólares. El debate sale sobrando. Es evidente que, si México posee la industria del turismo médico, hay que defenderla.
No parecen haber cifras exactas, pero se estima que un millón de ciudadanos americanos cruzan al año la frontera para tratamientos médicos o dentales. En Matamoros, Reynosa, Cd. Juárez, Tijuana, etc., existen muchos consultorios a unos metros de la frontera. Si cada uno de esos ciudadanos gasta en promedio 1,000 pesos por consulta, estamos hablando de una industria de 1,000 millones de pesos. Sin duda más, porque una hospitalización, una cirugía, una endodoncia, etc., cuestan más que los 1,000 pesos.
Mucha gente en Estados Unidos no dispone de un seguro de gastos médicos y eso hace que los tratamientos se vuelvan prohibitivos. Incluso, aún con seguro, los copagos, o el deducible, son mayores que el costo de cruzar la frontera y realizar el procedimiento en México. Así gente viaja, no sólo de las ciudades fronterizas americanas, sino incluso de Los Ángeles, San Antonio o Carolina del Norte, a recibir atención médica o dental de parte de especialistas mexicanos. ¿Es malo? No. Es la ventaja comparativa en acción. Si somos capaces de hacer las cosas, igual de bien, con menor costo, el dinero fluirá a nuestro país. ¡Bienvenidos los turistas médicos!
Es triste, sin embargo, que el crimen organizado se aproveche de esos turistas. Ellos dejan una derrama económica en las ciudades fronterizas, hay que apoyarlos y atenderlos. ¿Secuestrarlos y asesinarlos? Es hacer caldo con la gallina de los huevos de oro.
El Gobierno, el Ejército, la Guardia Nacional, la Marina, o a quien le toque, debe duplicar o triplicar la seguridad, de hecho, en todo el país, pero principalmente en los sitios fuente de ingresos: ciudades fronterizas, playas o centros coloniales. Hay que patrullar los sitios donde se ubican los consultorios, los hospitales y los hoteles. Olvidemos los debates innecesarios de quién tuvo la culpa, lo importante es atender a los turistas, no porque sean americanos, que sería razón suficiente, sino por la economía involucrada. ¡Cuidemos esa industria lucrativa que es el turismo médico!
Sergio Alonso Méndez posee un doctorado en Negocios Internacionales por parte de la Universidad de Texas
salonsomendez@gmail.com