Claudia Guerrero y Martha Martínez
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tomó el control sobre la ayuda, pública y privada, que es enviada al puerto de Acapulco, tras la devastación del huracán «Otis».
El General Luis Cresencio Sandoval informó que los víveres y demás productos sólo podrán entrar a la zona siniestrada en vehículos del Ejército.
Explicó que, para ello, todas las donaciones que aporten Gobiernos estatales, organizaciones civiles e Iniciativa Privada, será recibida en un centro de acopio, instalado en la ciudad de Chilpancingo.
En ese lugar, ubicado en la 35 Zona Militar, los alimentos, medicamentos, agua, mantas y demás productos serán «reorganizados» para cargarse en los camiones militares.
«Establecimos un centro de acopio en la 35 Zona Militar ahí en Chilpancingo. Ahí estaremos recibiendo la ayuda de la población en general, de los Gobiernos de los estados, de la Iniciativa Privada, de otras organizaciones que quieran colaborar con ese apoyo, ahí estaremos en nuestro centro», dijo.
«Se estará reorganizando y se estará concentrando con vehículos del Ejército, con tráileres del Ejército hacia acá a Acapulco, para su distribución ordenada, en los diferentes puntos donde se requiera».
La decisión fue anunciada ayer por la mañana, por el General, a través de un enlace telefónico, durante la conferencia que encabezó el Presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.
De acuerdo con la Secretaria de Gobernación, Luis María Alcalde, hasta las 13:30 horas de ayer se habían entregado 7 mil 500 despensas y 7 mil litros de agua.