El llamado “Internet de Todas las Cosas”, ya no es opcional, es una tendencia que se consolidará en los próximos años y consiste en vincular a Internet la mayor cantidad de electrodomésticos y objetos del menaje en los hogares.

Este concepto inició con la televisión, de modo que ahora estos aparatos ya dependen de una conexión a la red y vienen ya los refrigeradores, hornos, estufas, lavadoras, portarretratos, relojes, automóviles, alacenas, y todo aquello cuanto se pueda controlar a través de Internet, para lograr su mejor uso, indicó Luis Eduardo Bautista Villalpando, investigador de la UAA.

Señaló que esta tendencia se está desarrollando fuertemente a nivel internacional y que las personas tendrán que cambiar algunos de sus hábitos de vida y de consumo, dado que ahora habrá una mayor eficiencia una vez que las cosas estén conectadas a la red.

Los primeros aparatos que se vincularon a la red fueron los teléfonos y le siguieron las televisiones, con las llamadas Smart-TV, mismas que deben tener conexión a Internet para sacar el mayor de los provechos en una experiencia que todavía hace una década ni nos imaginábamos.

El consumo de información por televisión cambió drásticamente y muestra de ello es que los grandes monopolios de televisión abierta en el mundo, entraron en una fase crítica, sobre todo aquellos que no lograron adaptarse rápidamente a un cambio de la forma en la que se consume la televisión.

Televisa y TV Azteca están en serios problemas de audiencia porque las personas cada vez más tienden a consumir contenidos desde la red, poniéndolas en seria desventaja.

Por otro lado, dijo que el llamado “Internet de Todas las Cosas” busca que en breve tiempo, todos los electrodomésticos en los hogares estén conectados en línea con la finalidad de lograr una mejor experiencia en su uso.

Puso como ejemplo los refrigeradores que ya se conectan a Internet, lo que les permite mantener un estrecho contacto con sus fabricantes y desde ahí monitorear su desempeño con fines de calidad y garantía post-venta. “Pero no sería el único uso, además podría llevarse una contabilidad de los productos que hay en existencia y avisar cuando alguno de ellos se esté agotando para su oportuna reposición”.

Los relojes de pulso con conectividad, pueden enviar señales del desempeño de la función cardiaca a su médico y conocer con oportunidad alguna irregularidad que amerite atención médica u hospitalaria, y así, muchas de las cosas de uso cotidiano estarán pronto enlazadas a Internet para un óptimo aprovechamiento, dijo el catedrático.

“Este avance tecnológico ya no será una opción sino que todos los aparatos vendrán fabricados con esta tecnología, de tal suerte que se espera que esta tendencia cambie diametralmente el estilo de vida de las personas”.