
El Hospital General Tercer Milenio del ISSEA se enfoca en la atención médica de segundo nivel en Aguascalientes. Con un total de 85 camas, el nosocomio tiene planes de expansión y modernización en marcha, y se esfuerza para ser un referente en el campo de la salud en la región.
Su director, Mario Alberto de la Torre, detalló que se especializa en áreas troncales como ginecología, cirugía, pediatría y medicina interna. Aunque carecen de obstetricia, cubren las necesidades de pacientes poli-traumatizados, accidentados y personas en riesgo de autolesiones.
Atiende un promedio diario de 70 a 100 pacientes, con 60 camas censables y 25 camas no censables para casos de urgencia. También cuenta con traumatólogos y personal médico para abordar las demandas. La plantilla laboral incluye más de 700 profesionales de enfermería, trabajando en 3 turnos regulares y 4 turnos en fines de semana.
La atención en el hospital es igualitaria, independientemente de la procedencia del paciente; los pacientes abarcan diversos perfiles, con una distribución equitativa entre géneros. Las principales razones de admisión son:
· Accidentes automovilísticos
· Quemaduras
· Fracturas
· Caídas
· Problemas respiratorios en pacientes pediátricos
· Realiza en promedio 8 a 10 cirugías diarias en 3 quirófanos disponibles
El hospital tiene planes de expansión y modernización, con la incorporación de más quirófanos y más servicios para emergencias.
Durante un recorrido por el Hospital Tercer Milenio, los pacientes compartieron sus experiencias positivas en la atención médica y los servicios recibidos.
Celeste Cervantes Salas, madre de un bebé de 4 meses, destacó la calidad de la atención recibida en el hospital durante sus múltiples visitas, en el área de consulta externa. Comentó que su bebé ha sido tratado para control de cólicos y otros problemas de salud. Destacó siempre ha tenido una cita programada al llegar al hospital. Además, mencionó que el proceso de programación de citas se realiza directamente en el hospital y que no ha tenido que esperar largos periodos para recibir atención.
Leticia Reyes Antonio reconoció la atención médica brindada a su sobrino, un bebé de 10 meses, ingresado por deshidratación severa. Afirmó que el bebé recibió un tratamiento adecuado, sin embargo, algunas enfermeras mostraron un tono algo rígido y reservado al responder a las preguntas, lo que a veces dificultaba obtener información detallada sobre la condición del bebé.