
Cada mes, Veolia atiende un promedio de 2 mil reportes de fugas en la capital con el apoyo de la «Unidad Antifugas». De manera periódica, se realizan mejoras técnicas con el objetivo de reparar las fugas, tanto visibles como invisibles, en la ciudad.
La «Unidad Antifugas» está conformada por cuadrillas especializadas en la detección y reparación de fugas de agua potable, ya sean visibles en la superficie o permanezcan ocultas. Para ello, utilizan tecnología de vanguardia que garantiza una detección precisa y una solución oportuna.
Una de las tecnologías que emplean en sus equipos es la detección mediante gas helio, el cual no produce cambios ni afectaciones en el servicio ni en la red de agua potable. Con este elemento, realizan labores de detección puntual en diversos tramos de la ciudad.
Las fugas invisibles representan un mayor riesgo e incertidumbre, ya que pueden situarse en la tubería principal y provocar un desperdicio considerable de agua que no es perceptible. Se estima que cada una de estas fugas implica una pérdida equivalente a tres tinacos de mil litros al día.
La detección de fugas invisibles se realiza de forma proactiva, gracias a la implementación de la inyección de gas helio en tramos específicos para recuperar los niveles de agua potable y evitar el desperdicio en el subsuelo.
Actualmente, se están intensificando estas labores en un segmento de 10 km en las inmediaciones de la avenida Independencia y Montes Himalaya, con el objetivo de detectar fugas en la red.
Estos trabajos permiten identificar con precisión la ubicación exacta de las fugas invisibles, repararlas y, si es necesario, regular las presiones para mejorar la distribución del agua.
El proceso de utilización de esta tecnología comienza con la inyección de helio en la red de agua potable en un sector determinado. Luego, se monitorea y se permite que el gas actúe. Posteriormente, se realizan pequeñas perforaciones de 10 a 15 centímetros de profundidad en la carpeta asfáltica, sin dañar ni perforar las tuberías. Con el uso de herramientas especializadas, se detecta de manera precisa la presencia de escape de gas, lo que indica la existencia de una fuga de agua en el tramo estudiado.
Cada mes, se atienden entre 1,500 y 2,000 reportes de fugas generadas por diversos factores, como el aumento de la presión en las tuberías de agua potable o el desgaste que sufre la red con el paso del tiempo.