Natalia Vitela
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.-En México, 60 por ciento de niños de 3 a 9 años se ha sentido rechazado o tratado de manera discriminatoria por su edad, peso, estatura, color de piel o religión, según la en la Consulta Infantil y Juvenil 2021.
En tanto que el 73 por ciento de niños entre los de 10 a 13 años dijo haberse sentido discriminado y destacó como motivos la forma de hablar y vestir; la religión y el color de la piel.
En el grupo de 14 a 17 años, el 74 por ciento ha sido víctima de discriminación y destacó razones como la forma de hablar y vestir; la orientación sexual; el color de piel y el ser mujer.
Un informe de Unicef, publicado ayer para conmemorar el aniversario de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, reveló que casi dos terceras partes de más de 407 mil niños y adolescentes de distintas naciones perciben la discriminación como algo común en su entorno.
Según el informe «Negación de los derechos: Los efectos de la discriminación sobre la infancia», el racismo y la discriminación contra niños y adolescentes debido a su origen étnico, idioma o religión están muy extendidos en algunos países.
Advirtió que los efectos de la discriminación sobre la infancia afectan negativamente la educación y la salud, además del acceso a registros de nacimientos y sistemas de justicia imparciales y equitativos, resaltando grandes disparidades entre grupos étnicos y minorías.
Para Fernando Carrera Castro, Representante de Unicef en México, los resultados del estudio global, combinados con los datos recabados en México a nivel nacional, deben llamar a la reflexión y a la búsqueda de soluciones que eviten tanto el sufrimiento personal que padecen estos y adolescentes como las consecuencias sociales de esta situación».
«No olvidemos que, detrás de estos porcentajes, hay vidas infantiles y adolescentes. Aprendamos a protegerlas nosotros y enseñemos a nuestros hijos e hijas a respetar y valorar diferencias personales y socioculturales que, cuando son incomprendidas o menospreciadas, conducen a experiencias tan dolorosas para la infancia y adolescencia y tan dañinas para la sociedad».