Saúl Alejandro Flores

Estimados lectores, continuamos con lo abordado desde hace seis semanas, ahora reflexionaremos sobre la séptima estrategia que se propone para Aguascalientes en el Plan Hídrico, así que vamos directo al tema.

  1. Establecimiento del Observatorio del Agua como elemento integrador de la Cultura del Agua. Objetivo: Establecer un Observatorio del Agua que sirva de lugar de encuentro para la participación de actores de diferentes sectores del ámbito gubernamental, académico, económico y social, con la finalidad de que contribuyan a la generación y transferencia de información y conocimiento a la sociedad en general, de los proyectos relacionados al manejo del agua y coadyuven al fortalecimiento de la Cultura del Agua en la entidad.

Con respecto a esta estrategia, lo he señalado en varias ocasiones y de modo constante en este espacio, que este observatorio parecería una gran aportación, como una concesión hacia la sociedad de que participe, de que se sienta escuchada, pero sólo es eso, esta modalidad se encuentra desfasada por décadas, no es acorde a los criterios de gobernanza, ni a una visión real de gestión y administración del recurso hídrico, pareciera que esto es resultado de una visión parcial y de amplio desconocimiento de lo que es el sector agua y es comprensible, porque quienes han encabezado a las instituciones locales de agua a nivel estatal o municipal o adolecen de conocimientos del sector, o es muy incipiente su conocimiento o bien su mente es cerrada o chapeada a la antigua, además de que las visiones han sido exageradamente locales, no miran a lo que sucede fuera de Aguascalientes, así que repiten lo mismo y realmente en Aguascalientes no hay nada que valga la pena repetir, lo que se hizo y sus avances ya son cosa del pasado, esas glorias no se resucitan, además de que es muy poco lo que se puede presumir.

Es notorio, el chauvinismo hacia lo que viene de afuera, a empresas o instituciones por ser extranjeras, las descalifican y las ignoran, eso es irracional principalmente porque Aguascalientes, así como algunas entidades del país no tiene algo de que presumir en materia de gestión de agua, lo que tiene es el ejemplo de lo que no se debe hacer y parece entrampada en reiterar esa tendencia.

Se confunden conceptos, hay ausencia de liderazgos hídricos como consecuencia de que no se sabe trabajar en equipos, se sabe hacer negocios y lo que suceda después que lo solucionen los que vengan, lo que interesa es la mina de oro de construir y ya. No se ha creado una escuela de trabajo ni de conjuntar experiencias y ponerlas en marcha, los servidores públicos deben conocer cierto, pero los sectores representativos de la sociedad deben conocer el sector y como primer paso externar opiniones, recomendaciones, etc., pero no se deben quedar ahí, mientras la sociedad organizada no trascienda con recomendaciones vinculatorias, ni participe en la transparencia y rendición de cuentas, esas convocatorias sólo servirán para ruedas de prensa y mostrar músculo en las convocatorias de la personalidad política en turno.

Los criterios de gobernanza propuestos por la OCDE y diversos organismos internacionales son claros en la forma de participar más allá de una instalación y de levantar dedos o justificar un discurso vacío sobre gobernanza, para que la gestión y administración del recurso hídrico funcione y no sea un espacio para tomar café o quejarse o de creencia de que las autoridades tomarán en cuenta las recomendaciones, esa sociedad civil que no debe ser escogida de las masas, sino de los propios usuarios, debe ser parte de la decisión, planeación, presupuestación, programación, seguimiento, evaluación y control. De lo contrario seguiremos entrampados en el populismo hídrico y la demagogia que se le desprende.

Podríamos optar por un Consejo consultivo del agua que los hay, pero para que exista una real y fructífera participación de la sociedad civil organizada, ésta debe ser con visión de usuarios, por supuesto representando los diversos usos. El sector académico, productivo, social, etc., bien puede formar parte de ese consejo consultivo que no debe quedarse corto con la cultura del agua, eso es del pasado, puede comenzar a dar pasos adelante hacia una educación hídrica que es más amplia y transversal, pero delimitar la participación de la sociedad hacia la cultura del agua es arcaica, los usuarios deben formar parte de las decisiones insisto y evaluar acciones de trascendencia real, de lo contrario, continuaremos alimentando los círculos viciosos, entrampados en simulaciones y tendiendo un tapete para que se continue con corrupción, ineptitud, canibalismo y miopía. Nos vemos la próxima semana, no olviden la importancia de emprender acciones que permitan que en México y Aguascalientes el agua nos alcance.

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