Saúl Alejandro Flores

Estimados lectores, continuamos con lo abordado desde hace cinco semanas, ahora reflexionaremos sobre la sexta estrategia que se propone para Aguascalientes en el Plan Hídrico, así que vamos directo al tema.

  1. Fortalecimiento de la productividad y uso eficiente del agua de riego. Objetivo: Disminuir el volumen de agua utilizado en el sector agrícola sin afectar la rentabilidad, mediante el mejoramiento de la eficiencia de riego y el impulso a la reconversión productiva.

Antes de continuar es importante precisar sobre la relevancia de esta estrategia no sólo en lo que se plantea en el Programa Hídrico Estatal, sino advertir de la satanización que recae sobre el uso agrícola, este uso en lo particular ha sido señalado por el “dedo flamígero” como el gran consumidor del agua, a veces a la par del uso industrial también condenado.

Lamentablemente las percepciones predominan en la opinión pública, pero más penoso aún que existan en el sector académico quienes se dejan guiar por ideologías, percepciones, fobias y pasiones, más que en la herramienta principal del método científico, la razón y evidencia, el contrastar y cuestionar. Aquí es donde también se generan condenas hacia la industria. Sin embargo, es preciso subrayar que detrás de la producción agrícola está el desarrollo y soporte económico de las sociedades y naciones.

Aquí es donde se generan la riqueza y las fuentes de empleo, es importante por ello disipar el radicalismo, a veces se cae en la percepción que los alimentos se pueden generar desde pequeñas parcelas o de los “pueblos originarios, que apenas les permite el autoconsumo, y es esencial aquí contar con una herramienta como son la construcción de indicadores de “huella hídrica” y los correspondientes al comercio de agua virtual, hemos recurrido a referirnos a lo que existe en otros lugares, pero construir estos indicadores reviste una peculiaridad porque no es lo mismo producir por ejemplo un kilogramo de jitomate en Sinaloa que en Aguascalientes y aun mismo en Aguascalientes, es importante determinar la región, considerando qué tipo de agua huella hídrica es, “verde”, “azul” o “gris”, agua de lluvia, rocío, ríos lagos, acuíferos o agua residual tratada; para producir por decirlo un kilogramo de un producto determinado se requiere considerar incluso las condiciones climáticas.

Con lo anterior, no pretendo descalificar, sino que se refuercen los aspectos que considera esta estrategia, es importante desarticular la satanización y contar con datos serios, pertinentes y a partir de ahí construir conclusiones maduras y sensatas; insisto, golpear al campo y a la industria es un suicidio económico y a la calidad de vida, pero aquí es donde juega un rol importante la tecnificación, los diseños de nuevas estrategias de comercialización y de impulso económico. Aquí también importa romper los mitos que se han construido en una errática interpretación de la “seguridad alimentaria”, que se vuelve en una trampa, seguir consumiendo agua sin planear con los argumentos de producir más para que más bocas sean alimentadas, eso es una falacia, eso no depende de producir más alimentos y consumir más agua, sino de precisar los canales de distribución y comercialización, así como desplazar el “coyotaje”.

Mencioné la planeación, en efecto, esta herramienta es indispensable y el Programa hídrico es un avance, es importante categorizar como lo hace el plan hídrico para el estado de Aguascalientes, desde la visión del distrito de riego y el rol que deben tener las unidades de riego y cualquier esquema. Partiendo de que el uso agrícola demanda más agua, pero no por ello confundirse que es un mal necesario, porque tampoco lo es, demanda más agua y es vital.

Debe existir sensatez ya que también en el uso doméstico existe desperdicio alto y contaminación, el planteamiento debe ser que el agua que se extrae para uso agrícola debe ser racional y un detonante económico, pero también productor de satisfactores desde lo alimenticio hasta la generación de empleo en los subsecuentes eslabones del desarrollo económico.

Esta estrategia expuesta en el Programa Hídrico Estatal es sensata, no suficiente, pero podríamos considerarla como la primera etapa, deberá tener adecuaciones en los inmediatos próximos años, por que la disponibilidad del recurso tiene un serio enemigo que es el cambio climático y la visión antropocéntrica que acelera este fenómeno, la adopción de tecnología, modernización de infraestructura, la medición y control de concesiones y sus volúmenes, el uso de agua residual tratada, generación de energía, los canales de distribución y comercialización. Los retos son enormes y se debe empezar por el primero que es desarticular la errática y mala imagen creada en torno a este uso. Nos vemos la próxima semana, no olviden la importancia de emprender acciones que permitan que en México y Aguascalientes el agua nos alcance.

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