
Staff Agencia Reforma
GUADALAJARA, Jalisco.- Además anular a las figuras oficiales y tomar un rol político-administrativo importante en el Estado, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha metido en múltiples aspectos de la vida diaria.
A esa conclusión llegó la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) respecto a la organización delictiva, cuya violencia provocó el desplazamiento de 894 personas en Teocaltiche y 196 en Quitupan en 2021.
«Ganando representatividad y diversificándose en otros giros como la minería y la producción de aguacate y frutos rojos. Integra un engranaje de múltiples componentes, más allá del espacio local delimitado, y se extiende hacia otros núcleos comunitarios aledaños, entidades e incluso naciones», sostiene el informe Episodios de Desplazamiento Interno Forzado Masivo en México, sobre los casos registrados en 2021 en el País.
Al enfrentarse con sus rivales, la agrupación violenta los derechos humanos directa e indirectamente, dejando a la población civil vulnerable y con consecuencias a nivel individual, familiar y colectivo, y orillando su desplazamiento, sostuvo la CMDPDH en el apartado de Jalisco.
También advirtió que todos estos problemas rompen la dinámica familiar.
«Cuando la agresión se ha consumado, los núcleos familiares modifican y reconfiguran sus roles, sobre todo ante la muerte o desaparición forzada de los jefes de hogar.
«Padres, hijos y esposas se involucran en procesos indagatorios donde enfrentan la omisión y actitud negligente de las autoridades, la larga duración de los procesos de investigación del crimen y la falta de resolución a cada caso», añadió.
Cuando las personas viven desplazadas no se integran del todo a los lugares a donde llegan ni generan sentido de pertenencia, lo que impacta negativamente en su arraigo e identidad.
El desplazamiento en Quitupan inició el 13 de abril tras una serie de enfrentamientos del CJNG con rivales, en la frontera con Michoacán, posterior a la irrupción de miembros del grupo criminal en las propiedades de los habitantes de la comunidad, quienes apuntaron con rifles de asalto y lanzagranadas a las personas, incluyendo a niñas y niños.
El caso de Teocaltiche se dio a partir del 7 de mayo, cuando arreció la pugna entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa en los límites con Zacatecas.
Ahí, 894 personas de 250 familias dejaron su hogar para viajar a otras localidades del Municipio, así como a Zacatecas y Aguascalientes.
En este caso, el Gobernador del Estado, Enrique Alfaro, negó que se tratara de desplazamientos.
«Mas que un asunto de acciones del crimen organizado para sacar a las personas de sus casas, lo que sucedió fue que, ante las amenazas de posibles enfrentamientos, la gente se fue por precaución, porque también es importante entender la naturaleza del fenómeno», aseveró.