Durante su sesión de marzo, la Reserva Federal realizó un ajuste, como el mercado esperaba, de su tasa de referencia para posicionarla dentro de un rango de 4.75-5.00%. Esto representa su novena alza consecutiva desde hace 12 meses y encarna el nivel más alto, sólo por debajo del máximo (5.00-5.25%) entre los años de 2006 y 2007.

Resalta el sentido del comunicado de Powell. Si bien es cierto que se dio la tendencia esperada por todos los mercados, comentó un cambio en la orientación sobre los próximos movimientos, al sustituir la guía que establecía la necesidad de “aumentos continuos”, por “algunos aumentos adicionales” y señalar que puede ser apropiado un fortalecimiento adicional de la política monetaria.

Básicamente por dos factores. El primero de ellos está relacionado con una baja de las presiones inflacionarias en febrero, lo que representó una caída por octavo mes consecutivo. Los precios subieron un 6% interanual, según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales. A pesar de esta moderación en la tasa de inflación, los niveles se encuentran aún muy por arriba de la meta establecida por la FED, la cual está basada en 2%.

Esto haría pensar que los aumentos en su tasa de referencia pudieran continuar dándose a lo largo del presente año, en vías de converger con la meta establecida; sin embargo y aquí resalta el segundo factor, la inestabilidad bancaria hizo una pauta.

Sin necesidad de ir más lejos, en el mes en curso fuimos testigos de cómo cuatro instituciones bancarias estadounidenses registraron una salida de capitales masivas.

A pesar de que el banco Silvergate había anunciado un cierre en sus operaciones, con la promesa de devolver los recursos a sus clientes, la verdadera tensión en el país, así como en el resto del mundo, se dio al conocer la imposibilidad de pago, ante los miles de solicitudes de retiro de depósito, por parte del banco californiano Silicon Valley. A los días siguientes, en Nueva York, el banco Signature enfrentaba el mismo colapso.

Los activos de Silicon Valley y Signature rebasaban doscientos y cien mil millones de dólares, respectivamente. Esto ocasionó que las autoridades financieras del país, tomaran cartas en el asunto con la finalidad de evitar un posible riesgo sistémico, por lo que protegieron todos los depósitos de los clientes.

Tomando como base a estos cuatro bancos, esperando no se presenten más casos, se puede visualizar una poca diversificación, así como la adopción de riesgos excesivos como los principales causantes de desplome.

En 2018, se presentó una legislación bancaria, en la cual se aumentaba el umbral de los bancos considerados demasiado grandes para quebrar de 50 mil millones de dólares a 250 mil millones de dólares, con lo cual se liberó a los bancos medianos de ciertos requisitos de pruebas de estrés, así como de capital y liquidez. La información disponible pocos días antes de las intervenciones indicaba que los bancos estaban bien capitalizados.

También es cierto que le corresponde a la FED, tener mayores niveles de supervisión en los bancos. A pesar de que la legislación de 2010 creó dos instituciones orientadas a identificar amenazas a la estabilidad financiera, ninguna detectó problemas.

De esta forma, vamos a observar cómo la política monetaria de la FED pudiera tomar un rumbo distinto, ante situaciones ajenas a las relacionadas con las presiones inflacionarias.

OVERTIME

En días pasados, se dio la muerte de 38 migrantes en el incendio de un albergue en Ciudad Juárez. Una profunda tristeza la pérdida de hermanos de todo el continente. La realidad muestra que las estaciones migratorias en el país presentan un profundo deterioro que pone en entre dicho la seguridad de sus usuarios. La estrategia migratoria del Ejecutivo pareciera representar más un desacierto, como en varios casos, que un acierto.

 @GmrMunoz