Jesús Guerrero
Agencia Reforma

CHILPANCINGO, Guerrero.- Frente a pobladores y funcionarios, una mujer policía admitió que en el operativo que realizaron el sábado en Petatlán, Guerrero, iban tres personas que no pertenecían a la corporación y que, según pobladores, eran integrantes del grupo criminal La Familia Michoacana.
Los habitantes de la comunidad de El Parotal, que enfrentaron a balazos el operativo, desarmaron y retuvieron a 32 agentes estatales tras la refriega, en la que murieron dos policías y los tres supuestos infiltrados.
Ludwing Marcial Reynoso Núñez, secretario estatal de Gobierno, y el titular de Seguridad estatal, Evelio Méndez Gómez, llegaron ayer para escuchar de voz del segundo comisario de la localidad y de los pobladores la queja sobre la irrupción de uniformados con presuntos integrantes del grupo delincuencial Familia Michoacana.
Los pobladores detallaron que el sábado, alrededor de las 14:00 horas, al menos cinco patrullas con 30 policías entraron a la zona ubicada entre las comunidades de Santa Rosa y El Parotal.
Los policías estatales iban encapuchados, catearon viviendas, robaron pertenencias materiales y agredieron a mujeres y niños, según el relato de los habitantes.
Por esa razón, decidieron organizarse, tapar salidas y enfrentar a los agentes, a quienes se les pidió mostrar sus credenciales de trabajo, pero tres de ellos se negaron, por lo que comenzó la balacera.
Una mujer policía que estaba entre los retenidos confirmó a los funcionarios estatales que los tres sujetos que no se identificaron, los cuales murieron en la balacera, no pertenecían a la corporación.
Aseguró que estos sujetos estaban hospedados en el hotel Fiesta Americana, en Acapulco, Guerrero, y que después la policía les dio uniformes de agentes para infiltrarse en el operativo en El Parotal.
Los tres presuntos delincuentes portaban fusiles AK-47, conocidos como ‘Cuerno de Chivo’.
Tras escuchar el relato de la agente, el titular de la Secretaría de Seguridad, Méndez Gómez, les prometió a las autoridades y habitantes del pueblo una indagatoria en contra de los policías que participaron.
Los funcionarios también se comprometieron a que, a partir de este lunes 30 de enero, instalarán bases de seguridad de operaciones mixtas en las comunidades de Pata de Gallo, Ejido Crucero y en San Antonio Texas.
Ante esos compromisos, los pobladores de El Parotal dejaron ayer en libertad a los 32 policías estatales y devolvieron las armas que les habían retenido.
Uno de ellos advirtió que si el Gobierno estatal no instala las bases de seguridad en los tres puntos acordados, seguramente se van a registrar más enfrentamientos.