Benito Jiménez
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.-Tras la jornada de violencia reportada el viernes en Guanajuato, tropas del Ejército desplegadas en esa entidad realizaron diversos operativos de vigilancia en los municipios de Celaya, Apaseo el Grande, Comonfort, Cortázar, Jaral del Progreso, Juventino Rosas y Villagrán, epicentro del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL).
Los efectivos federales realizaron ayer patrullajes y puestos de inspección vehicular en carreteras de estas localidades.
El reforzamiento militar en Guanajuato se ha incrementado en 270 por ciento desde el inicio de la actual Administración a la fecha.
De acuerdo con datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en 2019 fueron concentrados en esa entidad mil 49 elementos. En 2018 había apenas 324 efectivos.
En 2020, año en fue detenido José Antonio Yépez Ortiz, «El Marro», líder del CSRL, el Ejército duplicó su caballería a 2 mil 55, mientras que en 2021 elevó las tropas a 3 mil 919.
Para este año, echó mano de 3 mil 890 efectivos, cifras récord en personal militar con presencia en ese estado.
También la Guardia Nacional (GN) incrementó en un 98 por ciento la presencia de elementos en Guanajuato, principalmente en Irapuato, León, San Francisco del Rincón, Acámbaro, Pénjamo, Salamanca, Celaya, San Luis de la Paz y la capital.
Cifras de esa corporación establecen que en 2019 la GN contó con 3 mil 326 efectivos en esos municipios. Ante el clima de violencia, para 2020 la cifra se elevó a 6 mil 855; en 2021, a 6 mil 260, y para 2022, a 6 mil 618 uniformados en distintos operativos.
«La GN colabora cuando sea requerida por autoridades de los tres órdenes de gobierno para vigilar, verificar e inspeccionar, en la protección de la integridad física de las personas y preservación de sus bienes; coordinar, supervisar y controlar para fines de seguridad pública, las operaciones y servicios policiales en espacios urbanos considerados como de jurisdicción federal», anotó la GN.
No obstante, aún con el reforzamiento de las unidades militares y la caída de «El Marro», Guanajuato atraviesa por una racha de violencia derivada de la pugna entre el CSRL y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que buscan apropiarse de la plaza.
Esa pelea ha detonado ejecuciones, masacres, narcobloqueos y diversos hechos violentos que aterrorizan a la población.

Objetivos prioritarios
La Sedena puso la mira en María Angélica Morelos Morales, «Lic. Remedios», madre de Fernando Emmanuel Juárez Morelos, «El Panther», ex líder operativo del CSRL, tras ser detenido en octubre del año pasado.
También ubicó a Emanuel Rodríguez Zermeño, jefe de plaza de esa organización en Apaseo el Grande.
Un reporte militar hackeado por el grupo «Guacamaya», refiere que la mujer controla el ingreso y egreso a una clínica en Celaya de personas heridas con arma de fuego, sin reportar a la autoridad. También se encarga del manejo de los cuerpos en caso de fallecimiento.

Otro blanco es Roberto Chávez Ortiz y/o Jorge Saúl Escalera Hernández, alias «El Burrito», considerado como jefe de células armadas del CSRL en Celaya.
El sujeto está relacionado con más de diez homicidios y se le atribuyen narcomantas que han aparecido en el municipio.
Por ejemplo, refiere el informe, el 22 de enero pasado «Burrito» ordenó a sus colaboradores que acudieran a inmediaciones del «Bar Prau» en la Colonia Rinconada San Miguel, en Celaya, con el fin de esperar y ejecutar a integrantes del grupo antagónico que provenían de la localidad de San Miguel Octopan, por lo que se alertó a personal militar, lo cual evitó una confrontación entre delincuentes.
«‘Burrito ordenó a ‘Camaradita’ ejecutar a 3 personas que tenía torturando y posteriormente tirarlas por las vías de El Campestre. Posteriormente fueron localizadas sin vida sobre calle La Vía, Col. Santa Teresita, Celaya», se lee en ese informe sobre otro hecho fechado el 21 de enero pasado.