CDMX.- Aunque ya no habite el plano terrenal, «El Charro de Huentitán» fue recordado ayer por su natalicio, pues estaría llegando a sus 83 años.
La celebración en el Rancho Los Tres Potrillos, donde reposan los restos mortales de Vicente Fernández, fue encabezada por doña Cuquita Abarca, su viuda, y comenzó con una misa a cargo del sacerdote Juan Pablo Godínez Ceja.
De toda la familia, según platicó Cuquita, a quien más le ha costado superar el duelo por la pérdida de «Chente» es a su hijo Alejandro, «El Potrillo».
Sin embargo, la matriarca de los Fernández lo acompaña para sobrellevar juntos la ausencia.
Chente Jr., Gerardo y Alejandra, hijos del icono musical, y Cuquita, con sus respectivas familias, estuvieron presentes ayer, y aunque el ausente fue justamente «El Potrillo», su hijo Alex junto con su esposa, Alexia, y la pequeña Mía no se perdieron el homenaje, mientras que los cantos de la misa corrieron a cargo del Mariachi Nuevo Jalisco, que interpretó al final «Las Mañanitas» y «El Rey».
Para esta ocasión especial, el altar de Vicente Fernández fue decorado con un tapete de figuras como la cruz y las iniciales del famoso hechas de semillas de maíz, girasol, trigo y frijol, además de olotes y viruta de lápices, que fue una iniciativa del Departamento de Cultura de Ixtlahuacán de los Membrillos.
Al terminar la misa siguió el festejo a Chente con una taquiza y mariachi en vivo.
También participó el público que se encontraba en la charreada en la Arena VFG, como parte del campeonato que se realiza desde el 14 de febrero en el lienzo charro de la finca de los Fernández, y concluirá mañana, actividad también en honor al ídolo. (Lorena Jiménez/Agencia Reforma)