Sergio Alonso Méndez
La Noticia:
Cómo China está silenciando las protestas contra el gobierno y su política de “COVID cero”… (bbc.com)
Comentario:
La gente en China está cansada de las cuarentenas provocadas por la política COVID cero y ahora se muestran desafiantes al salir a las calles a protestar por ella, y como siempre en las protestas, extender la voz contra el gobierno. Recordemos que las protestas en China conllevan penas de cárcel. No es como México donde una marcha es repudiada con una contra marcha nada más. Allá, ¡cuidado si pillan al manifestante! ¿Por qué se motivaron los chinos a manifestarse en dos ciudades? ¿Cuáles son los esfuerzos del gobierno para silenciar la situación?
Hubo un incendio en un edificio en Urumqui, una ciudad en cuarentena, y estas medidas impidieron una apropiada evacuación con la consecuencia de diez muertes. La gente se molestó y se manifestó en esa ciudad y en Beijing, la capital, cubriendo los rostros con hojas de papel en blanco. Las hojas servían doble propósito: cubrir los rostros y expresar descontento contra la censura del gobierno. Como siempre la policía detuvo a muchos manifestantes.
Los habitantes comenzaron a propagar imágenes en las redes sociales del movimiento y China procedió a la fase 2, la censura del Internet. Lo cual no es tan sencillo. Se pusieron los nombres de las ciudades Urumqui y Beijing entre las palabras prohibidas del buscador en línea más típico de China. Igual para las redes sociales a fin de que no se pudieran encontrar imágenes de las protestas. No fue suficiente. La gente usó las etiquetas “papel blanco” y “A4” como alternativa de búsqueda. También fueron prohibidas esas palabras. Y no solo eso, sino que se prohibió la venta de papel carta y A4. Ahora los chinos tienen escasez de dichos papeles. Suena ridículo, pero tal es el nivel de censura del dictador chino.
Incluso en época del mundial de futbol, las transmisiones en China evitan mostrar escenas de las tribunas en los estadios. Para que la gente no vea que los aficionados en Qatar festejan a sus equipos sin cubrebocas.
Se puede controlar hasta cierto nivel las redes sociales chinas, pero no las extranjeras. Muchos chinos han recurrido a Twitter y Facebook para publicar mensajes e imágenes de las manifestaciones. Como el gobierno no puede censurar, la estrategia ha sido mandar imágenes pornográficas y de apuestas asociadas a las palabras prohibidas. Aun así, la creatividad de los internautas supera a la censura. Por ejemplo, en el pasado en China hubo un tópico viral llamado “el reto de la cintura A4” asociando la cintura de las mujeres en dieta al ancho del papel A4. Pues ahora buscar “el reto de la cintura” es suficiente para poder expresarse sobre las protestas.
Al dictador no le quedará más remedio que echar la culpa a Occidente como cuando las protestas de Hong Kong en 2019 lo hicieron. En ese entonces culpó a “extremistas violentos” influenciados por “lacayos occidentales”. Internet ya ha derrocado a otros dictadores y quizás sea el único que pueda contra Xi Jinping.
Sergio Alonso Méndez posee un doctorado en Negocios Internacionales por parte de la Universidad de Texas
salonsomendez@gmail.com