
Frida Andrade Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.-Los vehículos que México exporta cuentan con mayores estándares de seguridad que los vendidos dentro del País, debido a que las normas nacionales no son tan estrictas como las del extranjero.
Del total de la producción de autos en 2022, el 87 por ciento se destinó a la exportación, de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Los principales receptores de los vehículos hechos en México son Estados Unidos, Canadá y los países europeos, donde las reglas de seguridad vehicular son más estrictas, refirió Daniel Cano, líder de proyectos en Seguridad Vial en el World Resources Institute (WRI).
De los 360 modelos que están en el mercado mexicano, el WRI analizó los 12 que más se venden, los cuales no demostraron una seguridad de nivel internacional.
«Cumplen con la normativa oficial mexicana de seguridad vehicular, tanto la versión anterior como la nueva y que está en proceso de adopción; sin embargo, son modelos que no cumplirían con estándares de seguridad internacional como pueden ser las normas de Naciones Unidas que rigen el mercado europeo, japonés, etcétera», detalló Cano.
Por ejemplo, un vehículo para exportación tiene más bolsas de aire y a los frenos ABS se integran control de tracción.
Si bien la actualización de la NOM194, sobre dispositivos de seguridad para vehículos en México, es más estricta aún no llega a un rigor internacional.
«Era una norma muy laxa. Está en su tercera versión de actualización, pero los elementos que se han incluido todavía dejan por fuera muchas otras tecnologías que podrían ser útiles», añadió Cano.
También se trata de un asunto de mercado, donde en algunas partes los consumidores han empezado a exigir mayores estándares de seguridad vehicular y por ende las marcas han respondido poniendo cada vez más tecnología.
Por ello, es importante darle más información a los mexicanos sobre qué tan seguros son los coches que piensan adquirir y de ese modo impulsar a la industria a que innove y tenga más vehículos seguros.
«La industria está respondiendo a lo que el mercado y la normatividad les exige. Hay que trabajar en los tres frentes (Estado, consumidor e industria), convencer a la industria y podría decirte que ya hay varias empresas que están convencidas que vender seguridad es una oportunidad importante», concluyó.