
Héctor Gerardo Perez Martínez Agencia Reforma
MONTERREY, NL.-A medida que las sequías se vuelven más frecuentes y severas, las cerveceras en el norte de México se han convertido en un objetivo para activistas sobre derechos del agua, señala The New Times (NYT) en un reportaje.
Heineken, AB InBev y Constellation Brands operan en el norte aprovechando la proximidad con Estados Unidos, donde las cervezas importadas más populares son las mexicanas.
El año pasado, resalta NYT, las cerveceras mexicanas vendieron más de 5 mil millones en el extranjero, lo que convirtió a México en el principal exportador mundial de la bebida, según el Banco Mundial.
Uno de los casos que refiere el diario sobre las presiones que enfrentaron las cerveceras en medio de la escasez de agua en el verano pasado es el de Nuevo León.
Detalla que el Gobernador Samuel García informó que Heineken estaba usando alrededor de dos tercios del agua que tiene permitida y le exigió que enviara el excedente a la red estatal.
Heineken acordó una transferencia temporal de 600 mil metros cúbicos, además de una entrega de sus pozos equivalente a cerca del 20 por ciento de su consumo, entre otras medidas para apoyar el suministro del líquido a la población.
El diario también recuerda que en medio de la sequía, el Presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que terminaría con la producción de cerveza en el norte y la enviaría al sur.
«No vamos a producir cerveza en el norte, eso se acabó», señaló el Mandatario.
NYT indica que AMLO ha demostrado que es capaz de tomar medidas drásticas para frenar a la industria cervecera del norte, como cuando a través de un referéndum que convocó en el 2020 se canceló la construcción de una planta de Constellation Brands en Mexicali.
«Si el resto de la industria se ve obligada a mudarse al sur», advierte el diario, «la producción podría verse afectada, pues especialistas afirman que la región está mal equipada para albergarla».