
Ana María Romero Ramírez, directora del Hospital Psiquiátrico del Instituto de Servicios de Salud de Aguascalientes, alertó acerca de una alarmante tendencia de intentos de suicidio recurrentes entre sus pacientes. Un porcentaje significativamente alto corresponde a mujeres: alrededor del 30% de los pacientes ingresados en el hospital son reincidentes.
Adicionalmente, apuntó a la preocupante tendencia de intentos de suicidio dentro de una misma familia tras un incidente anterior. Subrayó la necesidad de focalizarse en los «sobrevivientes al suicidio». Con este término, no sólo se refiere a quienes han sobrevivido a sus propios intentos, sino también a aquellos que han perdido a seres queridos a causa del suicidio.
En una entrevista concedida a El Heraldo, la doctora Romero subrayó el creciente rol que desempeñan las redes sociales en la vida de algunas personas. El anhelo de pertenecer a ciertos grupos ha exacerbado el problema. Destacó que idealizar la muerte y buscar pertenencia en un grupo social específico, incluyendo aquellos que han intentado suicidarse, puede incentivar, sin intención, la repetición entre individuos vulnerables.
También mencionó que varias instituciones, entre las que se incluyen el hospital psiquiátrico y centros comunitarios como Agua Clara, proporcionan recursos vitales para la intervención y el apoyo continuado. Exhortó a estar alerta y actuar con rapidez al detectar signos de alarma en familiares o amigos, tales como tristeza constante, alteraciones en los patrones de sueño y alimentación, o expresiones claras de ideación suicida.
Romero Ramírez señaló que un porcentaje significativo de los pacientes hospitalizados, aproximadamente el 30%, son reincidentes en intentos de suicidio. Enfatizó que estos individuos frecuentemente enfrentan un cúmulo de problemas interrelacionados, abarcando desde aspectos sociales y económicos hasta desafíos de salud y la ausencia de estrategias efectivas para gestionar dicha situación.
El impacto del suicidio en las familias, especialmente en familiares directos como cónyuges, padres e hijos, es profundo y, a menudo, pasa inadvertido.