
Jesús Guerrero Agencia Reforma
CHILPANCINGO, Guerrero.- Tres integrantes del Consejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (Cipog-EZ), que el 21 de octubre pasado interceptaron al Presidente Andrés Manuel López Obrador en la carretera Chilapa-Tlapa para pedirle seguridad y detener a líderes del grupo delictivo Los Ardillos, fueron asesinados a balazos.
Jesús Plácido Galindo, dirigente de esta agrupación, contó que el sábado alrededor de las 14 horas sus compañeros Adán Linares, Moisés Cuapispistenco y Guillermo Hilario Morales salieron de la comunidad de Alcozacán a bordo de un automóvil Nissan tipo Tsuru.
Los tres se dirigían a Chilpancingo para comprar unas refacciones y 30 minutos después, cuando ya habían salido de Chilapa, fueron detenidos por un agente de tránsito municipal que iba en una motocicleta.
El oficial los dejó ir, pero se puso adelante de ellos, como si los fuera custodiando. Más adelante, un grupo de hombres armados los interceptó y asesinó.
Ayer, Plácido Galindo acompañó a las esposas y padres de las víctimas al Semefo.
«Vinimos aquí a recoger los cadáveres de nuestros compañeros y tuvimos que ser acompañados por elementos de la Guardia Nacional y la Policía Estatal», afirmó.
El dirigente del Cipog, organización que tiene su policía comunitaria, acusó al grupo delictivo de Los Ardillos del crimen.
«Al Presidente le pedimos que ordenara la detención de los dirigentes de los Ardillos, Celso e Iván Ortega Jiménez y también denunciamos al diputado Bernardo Ortega», afirmó sobre la protesta de octubre pasado.
«Nosotros le planteamos que nos brinde seguridad en nuestros pueblos, pero la situación sigue igual y no habrá más remedio que tomar Chilapa», advirtió.