
En pleno siglo XXI, el acoso hacia las mujeres, principalmente “justificado” por su forma de vestir, continúa; son víctimas de la violencia que genera el que las volteen a ver con morbo, les chiflen o griten en la calle; en este sentido, Aminta Espinosa Ulloa, activista en pro de las mujeres, ha conformado redes de apoyo con otras féminas que de manera independiente se están sumando a esta lucha en contra del acoso callejero.
“Al final todos somos víctimas de estas ideas tan arraigadas; lamentablemente, vivimos en una sociedad patriarcal donde el centro es el hombre, y por más que han pasado tantos años desde la supuesta liberación femenina y el voto de la mujer, sigue cumpliendo un rol muy específico de opresión”, lamentó.
La activista enfatizó que esto es responsabilidad de todos y se debe trabajar desde el seno familiar, ya que influye desde cómo las madres educan a sus hijos; es importante no seguir este patrón, de inculcarles a los hombres actitudes machistas y a las mujeres ideas sumisas.
“Es importante no seguir educando a mujeres en el sentido de que se dejen de todo; tiene que ver que desde chiquitos nos vistan de rosa y a los hombres de azul; que las mujeres jueguen a la comidita y a las muñecas, y los niños con carritos, e incluso con armas, lo que fomenta aún más la violencia”, recalcó.
Aminta pugnó por dar especial atención a temas fundamentales como individuos, no por aspectos banales que tienen que ver con el rol que juegan como esposas, amas de casa o niñeras, ya que siempre han sido catalogadas de ese modo.
“Se inculca en las mujeres el que se preocupen por cómo se ven, por tener novio, por casarse; al final si son mujeres huecas, sin conocimientos en cultura general, sin educación académica, o incluso valores, no importa, pues se les juzga por su aspecto, como si ese fuera tu rol y tu función en la sociedad. Eso es algo de lo que somos responsables todos y que tenemos que empezar a romper, porque si no, nunca va a cambiar nada”, enfatizó.
La luchadora por los derechos de las mujeres recordó la pasada reunión en Argentina, el “Encuentro Nacional de Mujeres”, en Rosario, donde sufrieron de una terrible represión por parte del Gobierno.
“Aunque sea en otro país es importante comentarlo, porque sucede también acá; como la sociedad está acostumbrada a que nos quedemos calladas en nuestra casa cocinando, cuando abrimos la boca da miedo, pero queremos decirles que no tenemos miedo, y realmente nos duele que maten a cualquier mujer en donde sea, porque podríamos ser en cualquier momento cualquiera de nosotras”, condenó.