
Diana Gante Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.- En materia de energía eólica México se apagó, junto con otros ocho países, por la falta de progreso o regresión en su implementación.
De acuerdo con el Global Wind Report 2023, realizado por el Global Wind Energy Council (GWEC), en la lista le acompañan países como Argentina, Perú, Nigeria, Tanzania y Tailandia, los cuales fueron ubicados dentro de un semáforo en el color rojo.
Ramón Fiestas, presidente del GWEC, destacó que aquellos países que están en retroceso es porque no cuentan ni con las políticas ni voluntad política que permita el desarrollo de nuevos proyectos, por lo que ya no hay oportunidad para nuevas inversiones en esa materia.
«El semáforo en rojo es que ya no hay ni voluntad política, como en el caso de México existe una regulación que procede del pasado y que estaba habitando el desarrollo de los proyectos, pero lo que no existe es una voluntad política de abrir el mercado a estos proyectos y como consecuencia no se está cumpliendo la regulación con lo cual está en rojo notorio; ya no es un tema de falta de interés de los inversores, sino de imposibilidad.
«Hay una negativa a otorgar permisos y a tramitar proyectos de energías renovables por parte de la iniciativa privada, lo cual hace imposible el desarrollo de proyectos», explicó Fiestas.
Recordó que 2019 fue el año en el que México destacó por ser el país en el que se instaló más energía eólica de América Latina, pero son proyectos que se iniciaron en 2017 (Con Enrique Peña Nieto) y que tardaron hasta dos años en construirse. Después el sector se paralizó.
Incluso, señaló que el desarrollo de redes eléctricas, que son indispensables para que nuevas centrales renovables puedan consolidarse, se detuvo con el actual Gobierno.
«(Los proyectos de 2019) proceden todos ellos de las subastas, de contratos de largo plazo que se hicieron en los años anteriores al Gobierno de López Obrador», comentó.
Agregó que en este Gobierno ya no se hizo ninguna nueva subasta de energía renovable y «además los proyectos de transmisión eléctrica que eran necesarios y que siguen siendo estrictamente necesarios para modernizar el sistema eléctrico en el País se quedaron también parados».
El reporte también pone a otros países en semáforo amarillo y verde.
En el primero están las naciones donde se tiene voluntad política pero existen problemas con los marcos regulatorios o desajustes en el mercado eléctrico y en los segundos hay las condiciones para impulsar nuevos proyectos, tanto en política, regulación, inversión y certidumbre.