
El subsecretario general de Gobierno, Enrique García López, sostuvo que el traslado de la impartición de justicia laboral a los nuevos Tribunales de Trabajo se encuentra con resistencias para aceptar el cambio y adherirse a las directrices que permitan tomar decisiones ágiles e imparciales. Además, enfatizó que las promociones laborales deben fundamentarse en resultados y no en complacencias.
García López garantizó que esta reforma laboral se implementará a lo largo de este quinquenio, con el propósito de salvaguardar los derechos de los trabajadores en Aguascalientes y asegurar un ambiente adecuado para su desarrollo digno.
Durante una capacitación dirigida al personal del sector laboral del Estado, el funcionario de la SEGGOB aseveró que los órganos públicos deben adaptarse a la nueva realidad laboral de Aguascalientes y del país. Según García López, la conciliación es la vía para erradicar las prácticas burocráticas opacas y la corrupción, como el tráfico de influencias.
Añadió que las disputas deben resolverse de manera práctica y con el mínimo perjuicio para las partes involucradas, respetando los marcos de acción pertinentes. Los poderes del estado deben aportar y desempeñar su función para que este modelo de justicia prospere y se implemente en el país.
García López indicó que se ha progresado considerablemente en materia laboral, pero que todavía no es suficiente, dado que las modificaciones en el derecho laboral mexicano tardaron medio siglo en realizarse.
Enfatizó la importancia de la formación constante y la sensibilización de los jueces para contar con instituciones fuertes y socialmente validadas. La transformación integral de las áreas encargadas de resolver conflictos laborales requiere de una relación más equilibrada entre trabajador y empleador, basada en un diálogo abierto, sincero y bidireccional.
En la actualidad, es imprescindible entender tanto las aspiraciones de los trabajadores como el panorama económico en el que los empresarios operan y arriesgan sus patrimonios.
Concluyó afirmando que la mayoría de las empresas del país han aprendido a gestionar la vida sindical basada en una supuesta rutina, enfocada en la solución de asuntos colectivos, y que esta reforma introduce nuevas formas de trabajo interno que impulsarán una mejor democracia.