
El presbítero Juan Gabriel Rodríguez Campos, ha sido designado administrador de la Diócesis de Aguascalientes, en tanto el Vaticano nombra a quien será el próximo obispo en esta localidad, espacio que quedó vacante luego del deceso de don José María de la Torre Martín, el pasado 14 de diciembre.
Fue a través de un oficio firmado por el secretario canciller del Obispado de Aguascalientes, padre Daniel Escobedo Torres, que se dio a conocer que la Nunciatura Apostólica había comunicado que la Santa Sede habría ratificado el nombramiento del presbítero Juan Gabriel Rodríguez Campos como Administrador Diocesano, para la Iglesia Particular de Aguascalientes.
Cabe mencionar que el administrador diocesano debe por obligación que tener su residencia en la Diócesis y deberá aplicar la misa por el pueblo los domingos y fiestas de precepto, conforme a la norma y su cargo durará en tanto un nuevo obispo llegue a tomar posesión, para el caso de Aguascalientes se espera el próximo arribo del VIII Pastor de la Iglesia católica.
Debe quedar claro que en su calidad de administrador, no puede nombrar vicario general ni vicarios episcopales, sino que tendrá que respetar a los nombrados por su antecesor en las funciones que han venido desempeñando.
De acuerdo al Código de Derecho Canónico, tampoco podrá dar letras dimisorias para la ordenación de diáconos y presbíteros o nombrar o trasladar párrafos, a no ser que haya transcurrido un año desde que ocupara la vacante y tendría que ser con el consentimiento del Colegio de Consultores.
Además, el administrador diocesano deberá respetar cualquier documento de la curia diocesana y tiene prohibido el acceso al archivo secreto de la misma. Y queda de manifiesto que su remoción es competencia exclusiva de la Sede Apostólica.
De esta forma, es como, en tanto que la Santa Sede envía un nuevo pastor para esta Diócesis, será Rodríguez Campos quien ejerza varias de las funciones de obispo, como ha sido la encomienda de la Nunciatura Apostólica.