
Aunque los paramédicos de la Coordinación Municipal de Protección Civil de Aguascalientes, que atendieron el reporte del hallazgo de un recién nacido tirado en un contenedor de basura, detectaron que aún se encontraba vivo y por tal motivo lo trasladaron de urgencia al HGZ No. 2 del IMSS, donde fue declarado clínicamente muerto, los médicos forenses de la Dirección de Investigación Pericial de la FGE determinaron que el feto no salió con vida del seno materno.
Y es que la necropsia que llevaron a cabo reveló que los pulmones del bebé apenas se encontraban en desarrollo y no se encontraron rastros de oxígeno, lo que hace imposible que pudiera estar vivo al momento del hallazgo.
Asimismo, se determinó que el bebé tenía aproximadamente 22 semanas de gestación y la causa de su muerte fue la interrupción de circulación materno-fetal, consecutivo a prematurez extrema.
Lo anterior, también contradice la versión que dio la pepenadora que hizo el hallazgo, al señalar que, al estar buscando botellas de plástico en un contenedor de basura, observó una bolsa de tela color rojo que se movía sin motivo alguno y por eso decidió abrirla para verificar el contenido, descubriendo que se trataba de un recién nacido.
Incluso, policías preventivos del Destacamento “Terán Sur” que acudieron al lugar de los hechos se percataron que el recién nacido aún respiraba y por eso se solicitó la presencia de una ambulancia.
Independientemente de lo anterior, la Fiscalía General del Estado, a través del agente del Ministerio Público de la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios de la PFGE, mantiene abierta una carpeta de investigación sobre este hallazgo registrado el pasado lunes, a las 19:00 horas, en un contenedor de basura ubicado en la calle Eloisa Barbosa y casi esquina con la calle Isabel Jiménez Díaz, en el fraccionamiento J. Guadalupe Peralta Gámez.