No se deja vencer por la adversidad

Socorro solicita la ayuda de la sociedad para enfrentar gastos de su tratamiento contra el cáncer

Nuestro camino suele tener obstáculos en forma de enfermedades, decepciones amorosas, pérdidas lamentables o situaciones económicas complicadas, sin embargo, siempre hay que tener fe. Éste es el mensaje que Socorro Alicia Nieto Torres quiere darles a los jóvenes que se han dado por vencidos; ella lleva en su alma mucha fuerza aunque su cuerpo ahora se encuentre débil, antes fue su seno derecho, ahora el izquierdo se invadió de cáncer.

“Que pongan todo su entusiasmo en sus metas y que no se den por vencidos, por más obstáculos que se presenten, luchen por salir adelante para alcanzar sus sueños, porque Dios no nos desampara, la vida nos pone caminos difíciles pero con fe siempre se puede salir adelante”, son las palabras de una guerrera, que pese a las adversidades siempre tiene una sonrisa para regalar y una palabra de aliento para confortar a quien no ha tenido un buen día.

Socorro es una fiel lectora de este medio y confía en la benevolencia de quienes como ella, abren cada mañana, entusiastas, el diario para estar informados; es por ello que nuevamente hace una petición, requiere recursos económicos para practicarse un estudio en Guadalajara, y confía que, como siempre, se abrirán los corazones de las personas y llegará a ella la cantidad necesaria para dicho examen.

Mientras tanto, el día de hoy estará sometiéndose a diferentes estudios de laboratorio, que determinarán la situación de salud por la que está atravesando; luego de la detección de este último tumor, los médicos recomendaron tomar seis quimioterapias, Socorro ha cumplido ya con cinco, sólo le resta una más para esperar la mejoría.

“Primero me quitaron el seno derecho y, en este año, me apareció un tumor en el izquierdo, es por eso que me pusieron nuevamente en tratamiento de quimioterapia”. Una parte de su feminidad se ha ido, ha sido amputada, perdió su cabello y ahora su cabeza es cubierta por una linda pañoleta.

“En los días posteriores a la quimioterapia, siempre me siento muy mal, me da diarrea, me da náuseas, incontinencia urinaria, pero poco a poco me voy recuperando, y a pocos días de tomar otra quimioterapia me siento más recuperada, con más apetito”, explicó.

Socorro es una más de las miles de víctimas que acumula esta enfermedad en nuestro estado, en México y en el mundo entero; su historia no debiera ser extraordinaria, sin embargo, su forma de ver la vida lo es y amerita el reconocimiento de quienes por poco se han dado por vencidos y han asumido una actitud de derrota.