Auténtica locura se vivió ayer por la tarde en las instalaciones de Casa Club Necaxa, en donde se disputó la semifinal de vuelta de la Liga MX Sub 17 entre Necaxa y Toluca. Tras empatar la ida sin goles los Rayos necesitaban no recibir anotación para evitar forzosamente tener que ganar el partido por los goles de visitante. Toda la preparación antes del silbatazo inicial se tiró por la borda apenas al 4′ de acción, cuando una jugada por la derecha del área terminó con Lois Derbez empujando el balón al fondo, poniendo en ventaja a los Diablos que obligaban a Necaxa a anotar por lo menos dos goles.
Más allá de desanimarse, los Rayitos tomaron la iniciativa buscando meterse a la eliminatoria lo más rápido posible atacando continuamente el arco mexiquense. A la media hora de juego Diego Gómez recibió la pelota en tres cuartos de cancha y gracias a su velocidad se llevó a su marcador, al entrar al área pegó buen remate de zurda a primer poste que tras golpear en el metal se convirtió en el gol del empate, avivando las esperanzas de la remontada; con la igualada a un gol ambos equipos se fueron al descanso.
Para el complemento Necaxa siguió intentando encontrar el segundo gol que les diera el pase a la final. Sin embargo, el arquero Emiliano Pérez que había sido héroe en el juego de ida se convirtió en el villano, ya que al 64′ dejó ir un centro de rutina tras un tiro libre, la pelota quedó botando en el área y Mauricio Martínez convirtió para Toluca. Con 25 minutos por jugar Necaxa necesitaba de nueva cuenta dos goles y Jesús Palacios mandó toda la carne al asador con un par de cambios. Fue precisamente desde el banco que llegó el empate, al 75′ tras una serie de rebotes dentro del área después de un tiro libre desde la izquierda, Bryan Casas peleó la pelota y logró enviarla al fondo, empatando el juego a dos anotaciones por bando.
Los minutos fueron pasando, el gol no caía ante la falta de precisión más las buenas intervenciones de los defensas choriceros. Necaxa con la adrenalina de tener el objetivo cerca estuvo presionando cada vez más hasta empujar al rival a su propia área durante los últimos instantes. Fue entonces que llegó la jugada del partido al minuto 92 con un córner desde la punta izquierda, el centro fue a manchón penal y el capitán Alfredo Gutiérrez se desmarcó, llegando solo a la cita con el balón al que le dio un certero testarazo que se convirtió en el tercer gol de los Rayos. De inmediato el equipo explotó en júbilo con todos los jugadores y cuerpo técnico fundiéndose en abrazos, festejando el gol que terminaría siendo el del pase a l gran final. Los Rayos terminaron ganando el partido y el marcador global 3-2, consiguiendo avanzar al partido por el título en donde se medirán al Puebla que fue la sorpresa de la liguilla y eliminó al Atlas.