Rolando Chacón
Agencia Reforma

SALTILLO, Cohuila.- Con un pase de lista no binario, familiares y amigos despidieron a Jesús Ociel Baena Saucedo, Magistrade del Tribunal Electoral de Aguascalientes ante su tumba en el Panteón Santo Cristo de Saltillo.
«¡Hije!», gritó una de sus hermanas, a lo cual respondieron a coro los demás «presente».
«¡Hermane!, presente; ¡cuñade!, presente; ¡amigue!, presente; ¡prime!, presente; ¡Magistrade!, presente; ¡Magistrade!, presente, ¡Magistrade!, presente».
En realidad, fue una de varias despedidas.
Una de ellas fue durante la misa, cerca de las 11:00 horas en la capilla de velación, otra después del servicio religioso, cuando sus familiares abrazaban al féretro, otra cuando a las 13:30 el cuerpo partió hacia el panteón.
A unos metros de la tumba abierta, los familiares se volvieron a despedir.
El féretro abierto y un abanico con los colores del arcoiris sobre el cristal eran el punto donde sus familiares desfilaban; sus hermanos, primos y padres le decían que en un futuro se reencontrarían, que este no era el final.
Entre sollozos de sus allegados, el féretro de Jesús Ociel llegó a la tumba; al tiempo que descendía, se soltaron globos de colores que ascendieron hacia el cielo. Fue otra forma de despedirlo. Sobre el féretro se dejaron caer flores.
Con sus manitas presionadas sobre el concreto fresco, los niños de la familia Baena Saucedo le dijeron «adiós» a Jesús Ociel, mientras otro familiar grababa en el concreto las siglas JOBS.
«Gracias por sus muestras de amor y amistad para nuestro hijo», dijo el padre de Jesús Ociel a los presentes.
«Agradecemos que nos hayan acompañado hasta la última morada de mi querido hijo Jesús Ociel, muchas gracias por sus muestras de cariño».
Mientras los dolientes se retiraban, dejaban tras de sí una tumba cubierta con arreglos florales, algunos de ellos con alusiones al arcoiris, símbolo de la comunidad LGBTTTIQ+, de la cual, Jesús Ociel era activista y defensor.
La familia acordó no emitir mensajes o dar entrevistas durante el sepelio sobre la muerte de Jesús Ociel ni sobre el proceso que lleva a cabo la Fiscalía de Aguascalientes; en cambio, sí recordaron con cariño al cuarto hijo de la familia de siete hermanos, cuatro mujeres y tres hombres.
Reyna Baena, su hermana mayor, dice que, así como aparecía en las fotos y videos, siempre sonriente, así fue desde joven.
«No daba otra imagen: alegre, inteligente, así ha sido, desde chiquito siempre fue muy inteligente; en secundaria siempre fue líder, y así lo recuerdan sus compañeros que han venido, desde el colegio, primaria, preparatoria, en su carrera, han venido de otras partes de la República a despedirse», comenta.
La hermana mayor dice que siempre fueron una familia muy unida y siempre estuvieron en contacto con Jesús Ociel, en lugar de llamadas o mensajes por el celular, preferían las videollamadas con sus padres y hermanos.
«Fue siempre un ser humano muy bueno, él nos daba lo mejor», recuerda.
Sus compañeros recuerdan a Ociel, como sobresaliente y con liderazgo.
En secundaria supo que quería destacar en la política, era muy «noviero» -dicen- y andaba con la mayoría de las compañeras del salón.
Una vez en la carrera de Jurisprudencia, cuando era presidente de la Sociedad de Alumnos, ganó un premio de Derechos Humanos con un ensayo que, al leer a sus compañeros, develaba que era gay y que, en adelante, quería luchar por los derechos de la comunidad, hoy llamada LGBTTTIQ+.