Con noventa y seis colonias y más de ciento veinticinco mil habitantes, la delegación Insurgentes lanzó un llamado urgente a la Secretaría de la Juventud del Estado para intervenir con sus programas a las colonias populares y pobres de esta demarcación, a razón del severo problema de consumo de drogas y alcohol desde niños de 12 años de edad.
Ernesto David Romo Garza, delegado de la Insurgentes, exhortó a su vez a la alcaldesa electa, Teresa Jiménez Esquivel, a endurecer la medida y cancelar en lo posible más puntos de venta de bebidas embriagantes y que actualmente ascienden a 70 establecimientos tan sólo en las colonias Insurgentes y La Barranca, lo que contrasta respecto a las 16 escuelas que ahí funcionan.
El tercer factor de preocupación en esta delegación se refiere al agua potable, donde la empresa concesionaria CAASA ha ofrecido un pésimo servicio, ya que en varias colonias no llega el vital líquido y en las que sí lo reciben es carísimo, como en el fraccionamiento Santa Mónica, ahí les cobran hasta 7 mil pesos.
Entre las comunidades rurales que no reciben el agua potable se encuentran La Teresa, San Martín de Porres, el Malborito y Loma de los Negritos.
En entrevista con El Heraldo, el funcionario municipal comentó que la zona sur poniente de la ciudad dejó de ser el principal consumidor de droga, ahora es el oriente.
Sin embargo, aseveró que la primera causa de problemas en esta delegación se relaciona con el consumo de alcohol y principalmente en personas que oscilan entre 18 y 25 años de edad que habitan las colonias de Pilar Blanco, La Barranca y la Insurgentes.
Esta realidad agudiza el problema de la inseguridad pública; hay mucho consumo de alcohol, que es un desencadenante de conductas delictivas que da como resultado el robo a la casa habitación, cristalazos y otras situaciones, apuntó.
La principal causa de detención es el consumo de bebidas embriagantes en la vía pública y se le pide a la Dirección de Reglamentos que reduzca el número de establecimientos con licencias para la venta de bebidas embriagantes, medida que se ha aplicado para reducir el número de expendios.
Actualmente, existen 70 puntos de venta de alcohol en la colonia Insurgentes contra doce escuelas y un parque que aquí existen, por lo que urgen quitarlos, pues son un punto desencadenante de hechos delictivos, y dijo que aquellas personas que venden alcohol y si se pasan de las 10 de la noche, que se les multe de manera considerable.
Aunque el consumo de alcohol ha disminuido durante esta administración, al no darse más permisos, no es suficiente, porque son colonias pobres y la gente gasta su dinero en la droga y en el alcohol.
Comentó que en la colonia Pilar Blanco se padece la situación de las rejas, donde la gente se ha ido apoderando poco a poco de las áreas comunes y los andadores.
Entre las colonias Pilar Blanco, La Barranca y la Insurgentes, habitan cerca de 80 mil personas; la principal causa es tomar en la vía pública, donde la Secretaría de Seguridad Pública se encuentra atenta de que no ocurran esos incidentes y ha permitido que baje el consumo, pero todavía no es suficiente, se heredaron muchos permisos de alcohol de anteriores administraciones y el compromiso de la próxima administración deberá ser que no dé más y que quite en la medida de lo posible.
La drogadicción es la segunda causa de atención en estas colonias, el consumo de cannabis y el cristal, esta última es un fenómeno que preocupa dentro de la colonia Insurgentes y Los Negritos, ya que una dosis se consigue a 50 pesos, a un precio muy accesible para los adolescentes y hay señoras que han llevado a la delegación a niños de 12 años de edad, pues no saben qué hacer y a quién recurrir, comentó finalmente.