Óscar Malo Flores

Podemos afirmar que el ya inminente año 2023 está listo para dar la bienvenida al próximo o próxima nueva rectora o nuevo rector de nuestra máxima casa de estudios y, con ella o con él, el umbral, más que para la celebración esperada por este acontecimiento singular, de 50 años de vida universitaria y con el parteaguas en la vida de Aguascalientes… si para la reflexión seria, profunda y transformadora a favor de esta institución que pudiéramos considerar joven aún, porque 50 años en el panorama mundial de la historia de las universidades no significa mucho tiempo, sin embargo, si podemos ver ya una universidad consolidada plenamente y lo más importante una universidad trascendente. De ahí que el próximo rector o próxima rectora deberá buscar encontrar y trabajar y apretar teclas que hagan clic y que sirvan de aliento, frescura, renovación y con esto no sólo se pueda continuar avanzando, sino actualizar el cumplimiento exacto de las funciones sustantivas de la universidad, adoptando y adaptando los actuales y explosivos sistemas de comunicación, de investigación y qué asombrosamente nos rodean a nivel universal vertiginosamente.
Hablar de una universidad que con 50 años se renueva fomentando el conocimiento y la investigación, que busque y encuentre los mejores caminos para su gestión, pero lo más importante su aplicación práctica, que sea redituable y medible, reactivando el sistema de Calidad Educativa que certifique desde fuera que lo que afirma tener la universidad realmente lo tenga y no sólo eso sino con la calidad con que cuente.
Una universidad que responda a las exigencias de una sociedad más demandante e inquisitiva. Una universidad que apoyada en el trípode del desarrollo cultural, científico y tecnológico responda eficaz y eficientemente a todas sus demandas.
Por otro lado, y con el fin de no perder la mira y el logro de objetivos con los que nació está universidad, se deben reforzar en los planes y programas académicos los principios y fundamentos filosóficos y sobre todo humanísticos que sustentan el ideario universitario y documentos fundacionales que fomentan la formación integral y los aportes valorables a favor de los alumnos.
50 años y una cadena de 10 rectores dan esa bienvenida al nuevo o nueva rector o rectora: contador público Humberto Martínez de León, rector fundador (1973 -1977), Dr. Alfonso Pérez Romo (1978-1980), Doctor José Manuel Ramírez Izunza (1981-1983), licenciado Efrén González Cuéllar (1984-1989), ingeniero Gonzalo González Hernández (1990-1995), licenciado Felipe Martínez Rizo (1996-1998), Doctor Antonio Ávila Storer (1998-2004), Doctor Rafael Urzúa Macías (2005-2010), maestro en Administración Mario Andrade Cervantes (2011-2016), doctor en ciencias Francisco Javier Avelar González (2017-2022).
Diez rectores, diez caminos recorridos, diez ventanas a las que hay que asomarse para ver fortalezas y debilidades, oportunidades y amenazas y por este camino encontrar las áreas de oportunidad y la mejora continua.
De diez rectores, ya tres de ellos no están físicamente entre nosotros: Humberto Martínez de León, Efrén González Cuéllar y recientemente Alfonso Pérez Romo. Con Don Humberto tuve la oportunidad de formar parte de esa primera planta de maestros de hace ya 50 años (1973)… de esa época recuerdo entre otros a Saúl Gallegos, Verónica Lozano, Héctor de León, Joaquín de Lara, Santiago Cortés, José Luis Serna Valdivia y muchos otros recordados y admirados más que compañeros, amigos.
Fui invitado por Don Humberto (1973) para promover y coordinar los talleres musicales de la naciente universidad, entre otros la propia estudiantina de la Universidad que permanece hasta nuestros días ya con diferentes nombres y la que también cumplirá 50 años de haberse integrado; posteriormente, me designó como Jefe del Departamento de Promociones Culturales (1977).
El segundo rector Doctor Alfonso Pérez Romo tuvo la gentileza de ratificarme en ese mismo cargo, el que desempeñé por año y medio, y al que hube de renunciar por motivo de nuevas oportunidades de trabajo fuera de Aguascalientes.
Al Doctor Alfonso Pérez Romo lo pude seguir tratando hasta ocho días antes de su fallecimiento, ya que los días viernes que grabo mi programa en Radio Universidad “EL ARTE DEL BUEN TUNAR – UN COMPÁS PARA LA CULTURA” lo visitaba sistemáticamente en su oficina que está en la singular Infoteca que conserva para promoción, difusión e investigación la abundante biblioteca que donara en vida en favor de los universitarios; de él aprendí el presente dicho del que puedo sacar la conclusión de este artículo: “En las empresas y aventuras que acometemos los seres humanos nos encontramos siempre junto a aquellas circunstancias previstas, muchas otras insospechadas que a veces complican nuestros planes y otras que, sin acertar a explicarnos por qué, resultan favorables. Como si en el devenir de los sucesos hubiera un destino escrito que juega con nuestras utopías”. El haber estado con ellos dos me dio la oportunidad de una realización insospechada de uno de los símbolos de la Universidad. Su himno y, con él, la trascendencia de una obra que permanece y que también recibe el nuevo rector o rectora y sin duda se cantará en los 50 años de vida de nuestra hoy, Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes.