
Como ya sabemos, en la mayoría de los bancos centrales del mundo, su política monetaria ha tomado, desde hace ya algún tiempo, un rumbo restrictivo. Esto ante las consistentes presiones generadas por la inflación. Indaguemos un poco sobre el presente y el porvenir de los principales bancos, incluido el banco central mexicano.
En cuanto a la Reserva Federal, su última reunión incrementó la tasa de referencia en 50 puntos base, para posicionarla en un rango de 4 a 4.5%, anticipando incrementos adicionales en las próximas reuniones.
El aumento se dio a pesar de que la inflación general y subyacente de noviembre fue 0.1%, por debajo del estimado de mercado de 0.3%. La vivienda fue el contribuidor más importante a la inflación mensual, compensando la disminución en los precios de los energéticos. Se observaron minusvalías mensuales en los segmentos de autos y camiones usados, servicios de cuidado médico y tarifas aéreas. Con datos anualizados, la inflación general y subyacente alcanzó niveles de 7.1 y 6.0%, respectivamente.
La realidad es que este movimiento ya estaba totalmente descontado por el mercado, por lo que la atención estaba fijada en el tono del comunicado y el contenido de la conferencia de prensa. Jerome Powell mostró un tono un poco más restrictivo esperado por el mercado, generando cierto “estrés” en los mercados mundiales.
A pesar de la tendencia favorable a la baja de la inflación en los últimos seis meses, Powell dejó entrever que seguirán otros dos incrementos de un cuarto de punto en la tasa de referencia en la primera mitad del 2023, lo que posicionaría a la tasa de fondeo en un rango de 5.0-5.25%, nivel en el que se mantendría durante el resto del año.
Muchos esperaban que, para la segunda mitad del año, comenzara a disminuir la tasa ya con una inflación mucho más controlada. Al final, como en la mayoría del mundo, la diferencia entre el escenario planteado por la Reserva Federal y lo esperado por el mercado, será la velocidad con la que disminuye la inflación.
En cuanto a nuestro país se refiere, el banco central se ha comportado con base en lo esperado. En su primera sesión del año, decidió incrementar la tasa de referencia en 50 puntos base hacia un nivel de 10.5% en línea con la expectativa del mercado y posterior a cuatro incrementos consecutivos de 75 puntos base. Para lo que resta del año, veremos cómo las decisiones de la Junta de Gobierno del banco central, van a estar alineadas a las tomadas por sus homólogos en nuestro vecino del norte –siempre y cuando sean alcistas-.
Esto generará certidumbre ante los mercados y continuará con el diferencial de tasas que tanto ha beneficiado al tipo de cambio entre nuestra moneda y la principal divisa del mundo. Cuando la inflación, en ambos países, comience a converger hacia la meta de ambos países, que ya ha comenzado en Estados Unidos y aquí no del todo, hacia finales del 2023, será donde pudieran confrontarse las decisiones de política monetaria entre ambos países.
Durante toda la pandemia vimos cómo nuestro banco central fue sumamente cauteloso con los ajustes, alzas o bajas, de la tasa de referencia, a diferencia de la FED.
En la siguiente edición revisaremos las decisiones tomadas por el Banco Central Europeo, así como algunos otros bancos del resto del mundo.
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El lunes por la madrugada, Turquía y Siria vivieron uno de los terremotos más devastadores de los últimos años. La combinación de la intensidad del sismo con magnitud de 7.8; así como su profundidad, su localización geográfica, el tipo de falla que lo generó, su longitud o la potencia de las réplicas magnificaron la tragedia. Un fuerte abrazo solidario para todos las habitantes que han sufrido a causa de este desastre natural.
@GmrMunoz