
Tras la pandemia, las escuelas requieren fortalecerse con esfuerzos interinstitucionales que pongan a la educación como un proyecto en común, con la finalidad de que cuenten con suficiente acompañamiento para enfocarse en su tarea de aprendizaje, destacó Guadalupe Ruiz Cuéllar, investigadora de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Planteó que dentro de las acciones más importantes para continuar con estrategias exitosas que se plantearon durante la educación a distancia están: rescatar casos novedosos y fortalecer la formación continua en docentes, para afianzar los aprendizajes esenciales.
Las escuelas que se encuentran en un mayor contexto de desigualdad requieren recibir más apoyo, en todas las dimensiones, que las que se encuentran en áreas urbanas como la ciudad capital, para fortalecer aquellas ubicadas en áreas vulnerables del oriente del municipio de Aguascalientes o en escuelas rurales.
Subrayó que una acción específica de equidad debe centrarse en que los alumnos en los planteles más vulnerables sean atendidos por los maestros más experimentados; de igual manera se tienen que dirigir los programas y políticas hacia las escuelas ubicadas en los entornos más desfavorecidos.
La educación a distancia visualizó las desigualdades que siempre han enfrentado los alumnos de manera histórica, pero que se acentuaron por las problemáticas que surgieron y permanecen en el entorno educativo.
El fenómeno se enfatizó en educación básica donde los estratos socioeconómicos suponen más limitaciones, que las que se pudieron presentar en niveles de educación más elevados al existir mejores condiciones para sortear la actividad de la enseñanza sin clases presenciales.