
Ivett Rangel Agencia Reforma
SAN NICOLÁS, Aruba.- A este territorio de las Antillas Menores, protectorado holandés, se le conoce como la Isla Feliz porque, a decir de sus habitantes, saben gozar la vida, con sonrisas y sin prisas, pero también porque han aprendido a cuidar su hogar.
Para muestra: el Parque Nacional Arikok, zona protegida que ocupa casi 20 por ciento de la superficie de la isla y donde se concentran varios de los atractivos emblemáticos de Aruba, más allá de las playas de catálogo que se encuentran justo al otro lado.
Una exploración, a bordo de un 4×4, da cuenta de la increíble variedad de paisajes que hay: las colinas de lava, un verdadero campo de juego para comprobar la resistencia de los amortiguadores de cualquier vehículo; la terraza marina, un imán para los surfistas debido a su vigoroso oleaje, y el desierto, que distingue a casi toda la isla, pues llueve escasamente. Aquí, los cardones, nopales y biznagas viven en un cálido eterno paraíso.
Arikok también se puede andar. En sus 34 kilómetros cuadrados atesora senderos de distintas dificultades. El Miralamar, ideal para principiantes, presenta la flora y fauna endémica en apenas dos horas de caminata.
Con buena suerte, el visitante se topará con lagartijas, como el kododo (cnemidophorus arubensis) o burros de Aruba y, con mala fortuna, hasta con una cascabel de Aruba (contralus unicolor). Todos en peligro de extinción.
Sólo hay que tomar en cuenta algunas recomendaciones antes de aventurarse por las entrañas del parque: iniciar el recorrido temprano (el parque abre a las ocho de la mañana) -la temperatura al mediodía resulta abrumadora-, no alterar el entorno, usar calzado cómodo y llevar agua.
A Arikok, además, acuden quienes desean ver pinturas rupestres. Dentro del parque hay cuatro cuevas, sólo dos abiertas al turismo, de acuerdo con José Leclaire, guía del parque. La de Fontein es la más visitada, tiene 2 mil años de antigüedad y pinturas con más de mil años.
Luego de una extenuante jornada, hay que refrescarse en Dos Playa, donde la furia del océano esculpió ensenadas gemelas en un acantilado de piedra caliza, quedando cubiertas de suave y fina arena blanca. O en Conchi, una piscina natural protegida del mar agitado por una enorme barrera de lava petrificada.
Dos parajes para recostarse, cerrar los ojos y respirar profundamente para que los pensamientos se los lleve el viento. Un instante en el que se entiende el porqué de esta isla tan feliz.
www.arubanationalpark.org
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
Copa Airlines vuela lunes, jueves, sábado y domingo entre Monterrey y Oranjestad, capital de Aruba, con escala en Panamá.
DÓNDE DORMIR
The Ritz Carlton Aruba se ubica en Palm Beach, una de las playas consentidas de la isla por su agua serena y extensa zona de arena.
TOMA NOTA
El acceso a Arikok cuesta 11 dólares por persona. Menores de 18 años entran gratis.
Y el horario es de 8:00 a 16:00 horas, sólo está cerrado en Navidad y Año Nuevo.
QUÉ PROBAR
Aruba presume con orgullo sus cervezas locales: Balashi y Chill, hechas con agua de mar.
MÁS INFORMACIÓN
www.arubanationalpark.org
es.aruba.com