
El Insabi resultó un «Frankenstein» que sus creadores tuvieron que destruir al resultar un bodrio, evidenciando una política pública fallida del Gobierno Federal, señaló el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Raúl González Alonso.
A nivel local, las autoridades de salud asumirán un gran reto para prestar un servicio de calidad en materia de salud, tras las decisiones de inicialmente no incorporarse y después sumarse al Insabi, que ahora está extinto, para denominarse IMSS Bienestar.
El sector empresarial siempre rechazó esquemas de centralización, al considerar que el servicio ofrecido por la federación era sumamente deficiente y el tiempo dio la razón, ya que se eliminó el Insabi, enfatizó.
Señaló que, en el actual entorno, las autoridades de salud tendrán que realizar grandes esfuerzos para ofrecer un sistema de salud aceptable a la población, luego de que el Seguro Popular fue eliminado y la institución que lo sustituyó fue un fracaso.
Lamentó que la eliminación del Seguro Popular fue una decisión que se tomó con cálculos políticos para revertir proyectos que fueron impulsados por una administración emanada de otra fuerza política.
González Alonso refirió que la Secretaría de Salud del Estado tiene frente a sí uno de los peores momentos de operación del Instituto Mexicano del Seguro Social en las últimas décadas, con deficiencias en atención, programación de cirugías y suministro de medicamentos, que termina impactando en la demanda de los servicios de salud estatal.
«No tenemos el servicio de salud como Dinamarca, pero ojalá tuviéramos el servicio que se ofrece en Haití, con todo respeto para Haití», afirmó el líder empresarial.