El uso de la Inteligencia Artificial en el ejercicio de la Defensa Legal y el Sistema de Administración de Justicia podría auxiliar a los profesionales del Derecho, aunque aún resulta lejano que pueda generar la sustitución de abogados, consideró el catedrático José Luis Eloy Morales Brand.
El debate generado en Estados Unidos por la solicitud de que una aplicación de Inteligencia Artificial denominada Do Not Pay participe en procesos de reclamación de incumplimiento en servicios e impugnación de multas, ofrece una nueva visión del esquema de defensa legal a la ciudadanía, enfatizó.
Señaló que la utilización de esta herramienta tecnológica puede ofrecer ventajas en la optimización del desempeño que ofrecen los abogados defensores a sus clientes, y aligerar la carga de trabajo en los juzgados, si los profesionales del Derecho lo utilizan como un apoyo técnico y de análisis de casos.
“Hay dinámicas de casos en que la Inteligencia Artificial no puede resolver al momento, lo que hace es generar conclusiones o propuestas, a diferencia del ser humano que tarda más en hacer silogismos. Si bien podrá apoyar en análisis de datos, comparación, conclusiones, finalmente el abogado hace las reflexiones que la inteligencia artificial no podría realizar”, argumentó.
Toda la información a la que accede una Inteligencia Artificial fue cargada por seres humanos, y se obtiene de plataformas y bases de datos en la web, como las que ya existen en el mismo Poder Judicial de la Federación, por lo que su uso puede apoyar a los profesionales a atender casos de manera más rápida, y la gente puede ahorrar tiempo y recursos, refirió.
La experiencia de este tipo de aplicación puede generarse ante asuntos que en el caso de la materia administrativa se sujeta a normas específicas, como cuando se impugna una infracción de tránsito.
Contrasta con el análisis de una jurisprudencia en la que se tiene que entrar un análisis subjetivo que debe efectuar un profesional del Derecho, donde inclusive se puede perder el caso, considerando que tiene extensa experiencia.
Morales Brand consideró que pese a los antecedentes de rechazo de su utilización, existen abogados que han defendido su uso como herramienta de apoyo, al plantear que en la práctica legal se suele trabajar en equipo con un abogado de análisis y otro que se apersona directamente en los juzgados a litigar, de ahí que un estudio que realiza un abogado en varias semanas pueda reducirse con el apoyo de la tecnología.

Licenciado en Comunicación e Información especializado en Prácticas Informativas, con 10 años de experiencia en cobertura sobre administración pública, elecciones, educación, seguridad, justicia, economía, y empleo.