La Expoplaza es un «elefante blanco» fuera de la temporada de la Feria, cuyo edificio se encuentra en estado deplorable debido a la falta de mantenimiento y la disputa entre los propietarios de los locales que se encuentran en su interior, afirmó el presidente del Colegio de Urbanistas, Misael Herrera Rodríguez.
Recordó que el edificio fue entregado a los propietarios de los locales hace muchos años sin una asamblea de condóminos adecuada, lo que ha generado problemas internos que han impedido su manejo apropiado. «Desde 1995, fecha en que el Gobierno del Estado entregó el centro comercial, ha habido una disputa sobre su control. El problema fue no haberlo entregado con un régimen condominal adecuado».
Afirmó que a pesar de que el edificio se encuentra en un estado deplorable, este se puede arreglar y revivir, ya que cuenta con buena ubicación y suficiente espacio de estacionamiento. Sin embargo, el hecho de que la disputa entre los particulares continúa, hace difícil encontrar una solución. «El acabose de la Expoplaza fue la pandemia cuando se quitó el complejo de cines. A reserva de los exteriores que tienen las tiendas que venden artesanías. Al interior, si hay tres locales funcionando, cuatro se me hacen muchos».
Señaló que la Expoplaza cuenta con un diseño arquitectónico clásico que encaja perfectamente con el centro histórico de la ciudad. Sin embargo, la falta de mantenimiento y de inversión por parte de los propietarios de los locales ha llevado a que se vea deteriorado y olvidado. Incluso ha sido necesario colocar vallas publicitarias en su fachada para darle algún uso.
Indicó que el Colegio de Urbanistas ha discutido esta situación con otros colegios de profesionistas, pero han concluido que es imposible que los locatarios se pongan de acuerdo para solventar el problema a lo interno, además, de que la intervención del Gobierno Municipal y del Estado en tratos entre particulares es muy complicada.
La solución, según Herrera Rodríguez, sería que los propios particulares trataran de resolver sus problemas y dieran un poco el brazo a torcer. «Si no se resuelve esta situación en un corto plazo, es probable que se empiecen a ver afectaciones físicas que puedan deteriorar la estructura del edificio hasta hacerlo colapsar», finalizó.