Érika Hernández
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.-Fernando Benítez, vocal ejecutivo de la Junta Distrital 23 del INE en el Estado de México, advierte que se avecina un caos rumbo a la elección de 2024 si la Suprema Corte de Justicia permite desaparecer las juntas y las vocalías distritales.
Esto, detalla, porque la reforma electoral plantea que, al convertir una junta distrital en una oficina auxiliar, se desaparecen las cinco vocalías y se crea un vocal operativo que se haga cargo de todo.
«Es imposible que una sola persona atienda todas las áreas de una junta distrital. Imagínate atender capacitación, organización, temas del registro, asuntos administrativos, asistencia electoral», resume.
El problema se multiplica porque en el Plan B se afirma que en zonas metropolitanas y en municipios con más de un distrito sólo habría una oficina.
Por ejemplo, en la Zona Metropolitana del Valle de México hay 52 distritos electorales, y cada uno tiene una junta distrital con cinco vocales.
«Entonces, en una oficina auxiliar se atenderían muchos distritos, y el vocal operativo no sólo atendería lo de cinco vocales de una junta sino de todas las juntas que ahora abarcarían la oficina auxiliar», explica.
Para Fernando, el Plan B está redactado de manera tan confusa, que no está claro si el vocal ejecutivo será el vocal operativo, por lo que, al igual que sus compañeros, está consciente que podría irse.
Insiste en que es mal momento para la improvisación y experimentar con una nueva estructura en una elección presidencial, que se junta con la del Congreso y elecciones locales, en las que también participa el INE.
«Están en riesgo los resultados confiables con todo este caos que generaran, y si algo le da paz social al país, son elecciones confiables, y si no la hay vendrán otras cuestiones», advierte.
Fernando Benítez llegó al INE hace casi 12 años, acababa de salir de la Universidad de Hidalgo, donde estudió sociología. Por meses se preparó para entrar como vocal de capacitación a través del SPE, posición que logró en un segundo intento.
Por concurso, «no por dedazo ni palancazo», aclara, llegó a una subdirección en la Dirección de Organización, pero la carga laboral terminó por llevarlo al hospital por un mal cardiaco.
Tras superar su enfermedad, compitió para convertirse en vocal ejecutivo, puesto que desempeña desde 2019.
El joven de 35 años afirma que está seguro que encontraría trabajo si es despedido. Sin embargo, afirma, recurrirá a todas las instancias legales, porque lo se avecina es un caos en la organización de la elección de 2024, generando incertidumbre.
«Es decepcionante, suena tan fácil anular cargos. A mí no me preocupa quedarme sin empleo, creo que estoy capacitado para encontrar otro, lo que me preocupa es cómo se está afectando a la democracia», señala.