
Frente a la realidad de que el 60% del suelo local ha perdido sus nutrientes y urge una política de conservación y regeneración, el secretario de Desarrollo Rural y Agroempresarial, Isidoro Armendáriz García, aseveró que el rescate se liga con procesos de ganadería, agricultura alternativa, reconversión de cultivos y uso eficiente y óptimo del agua.
Aseveró que nadie debe ocultar que el suelo está erosionado, se ha desgastado en su riqueza de minerales, proteínas, sales, sus componentes físico-químicos-biológicos, motivo por el cual se trabajará para transformarlos y cristalizar cultivos que garanticen tres cualidades: la regeneración de praderas, el crecimiento de plantas sanas y la generación de frutos inocuos y de calidad.
Para este ejercicio 2023, la SEDRAE invierte 5 millones de pesos para la conservación del suelo y agua, otros 2 mdp para la introducción de pastos nativos y generación de praderas, así como otros 5 millones de pesos que aprovechan las tierras que antes eran de maíz y de frijol y que se transforman a nopal, maguey y girasol.
Es crucial emprender toda una estrategia de construcción de terrazas, zanjas, para evitar que el suelo se erosione, es decir se hacen cortinas de cercos verdes de nopal y maguey, a fin de evitar que se desgaste con el viento y el agua. Por ello se establecerán suficientes hectáreas con esta medida para retener la calidad del mismo.
Lamentablemente, este problema lleva décadas en el país y en la actualidad se requiere un programa de carácter federal y estatal que maneje una política intensiva de protección y conservación del suelo.