
El obispo José María de la Torre Martín invitó a todos los católicos a agradecer a Dios por este año que termina, “por todos los hermosos dones recibidos, por el servicio que nos permitió ofrecer, y también pedirle perdón por nuestros errores y omisiones”. Al mismo tiempo, dijo, “nos encomendamos a Él en este año que está por comenzar, para que nos sostenga con su gracia y su bondad”.
“Ante los grandes retos que se nos presentan, hay que mirar el futuro con esperanza, pues nuestra vida está en sus manos”. El obispo enumeró que entre estos desafíos se encuentran: un año de elecciones; la inseguridad y violencia; enfrentamientos entre grupos y pueblos en diferentes lugares de nuestra nación; la reconstrucción de casas, edificios y templos, “pero sobre todo del tejido social”, puntualizó.
Como Iglesia, señaló, nos alienta nuestra fe, por lo que mantenemos el optimismo y sobre todo la confianza en Dios de que siempre, uniendo nuestras fuerzas y voluntades, podremos construir un México mejor, fraterno, solidario y en paz.
“Empecemos este año 2018 con vigor y entusiasmo, con el rostro y el corazón alzados, vayamos para adelante llenos de luz y alegría, siempre con la seguridad de que vamos acompañados de Jesús. Dejemos atrás las confrontaciones y luchemos por la justicia y la paz que tanto anhelamos”.