RODRIGO AVALOS ARIZMENDI
El tema sobre la iniciativa presidencial en materia electoral sigue muy vigente a nivel nacional ya que no es un asunto de poca monta, claro que no, pues de su desenlace en caso de ser aprobada dicha iniciativa depende el sufrir un atraso en materia democrática de varios años luz, que más temprano que tarde nos pesará enormidades pues será misión casi imposible quitarnos ese lastre llamado Morena y junto con eso al mesías tropical que tanto daño está haciéndole a México.
Es un hecho que dicha iniciativa no solo socaba la autonomía y el profesionalismo de las autoridades electorales, sino que pone en riesgo la sobrevivencia de los partidos. Y es que eso puede suceder si se elimina el financiamiento público a los partidos en años no electorales en donde algunos de ellos irán a la inanición pues es bien sabido que un 90% de los partidos políticos dependen del financiamiento público. Por supuesto que se puede reducir el financiamiento, pero eliminarlo completamente como propone el gobierno, nos parece que no es algo bueno para el país. Desde luego que todos aplauden y están de acuerdo con eso porque les generan antipatía los partidos; pero no se debe de querer una democracia en donde solo sobreviva un partido, que en este caso sería el partido oficial, como ocurría en el siglo pasado en donde el partido oficial, que tenía el control del gobierno, que era el PRI, era el único que existía en realidad. Por ello esta propuesta del presidente nos parece una mala idea, pues elegir a los consejeros y a los magistrados electorales por voto popular podría politizar al instituto y ponerlo en riesgo e incluso se podría perder la estructura democrática. López Obrador dice que el pueblo elija, pero desafortunadamente quien va a elegir no es el pueblo sino los políticos. Así mismo el presidente dice que va a haber sesenta candidatos a consejeros y van a ser elegidos los que tengan más votos. ¿Pero quién nominará a esos sesenta candidatos? Veinte el gobierno, que hoy es Morena. Veinte el Congreso que hoy es dominado por Morena y veinte el Poder Judicial. Y si hacemos cuentas la mayoría de ellos van a ser gente vinculada al poder. ¿Quiénes van a ganar? Pues los que tengan conectes con gobernadores, con movilizadores del voto que hoy es el gobierno. Y los aspirantes también deberán ponerle dinero pues una campaña nacional costará más de diez millones de pesos, por lo tanto ¿Quiénes van a ser consejeros? Aquellos conectados con el poder político. Por lo tanto, ésta reforma que suena muy bien, porque la gente elegirá, en el fondo lo que se hará del INE es un instrumento político del gobierno en turno, como hace años lo hacía la secretaría de gobernación en materia electoral, como se lo comenté la semana pasada. De tal forma que esta propuesta en particular nos parece que es sumamente nociva para el país.
Así mismo con esta reforma se pretende que sean puros plurinominales los que vayan a las cámaras, pues el gobierno y el partido Morena han anunciado la desaparición de plurinominales: 200 en la cámara de diputados y un poco más de 30 en la cámara de senadores. La iniciativa electoral oficial promueve la elección de senadores y diputados por listas votadas en cada estado del país en un formato parecido al que actualmente se utiliza para elegir a los plurinominales. De tal modo que la propuesta del presidente pretende aumentar los diputados plurinominales. De 200 que hay pretende aumentarlo a 300 y de 32 senadores plurinominales pretende aumentarlos a 96. Y pretende eliminar a todos los demás que son elegidos de maneta directa. Esto es lo que propone el gobierno. Lo que llama mucho la atención es que en días pasados el presidente comenzó a criticar a los plurinominales. Dijo que eran “achichincles” que cargaban el portafolios y que “salían muy caros”. Y claramente lo que el presidente está criticando es su propia iniciativa de reforma, lo cual nos hace pensar que el presidente no sabe lo que tiene la propuesta que él mandó al congreso. El mismo secretario de gobernación estuvo en el congreso de Nuevo León y dijo que la propuesta del gobierno proponía reducir los plurinominales, pero no es así pues la propuesta del gobierno propone aumentarlos y hacer que todos los legisladores de este país sean plurinominales, lo cual llama la atención porque están diciendo cosas que no están en la propuesta que ellos mismos presentaron. De este modo no ganarían los más preparados sino los que tienen mayores simpatías por la gente del poder. Aunque tradicionalmente los plurinominales han cumplido una función de compensación en el sentido de que han permitido que los diputados de mayoría sean compensados con diputados de lista, que hacen que haya más representatividad de los partidos pequeños. Y además muchas veces los plurinominales han sido los expertos que llegan a tratar de generar más experiencia y conocimiento a la cámara. No creemos que a los plurinominales haya que rechazarlos de entrada como ha sido el caso tradicionalmente. Simplemente creemos que el gobierno no está diciendo lo que propone. O está mintiendo o no sabe lo que propuso.
Como usted podrá ver, lo anterior está complicado. Hay que entenderle justamente a lo que implica la reforma, aunque hay gente que dice que no les van a alcanzar los votos suficientes, por lo menos en el senado para sacar adelante esta reforma constitucional, pues efectivamente no hay votos para que los saquen porque no hay razón para que el PRI, PAN, PRD y M.C. vayan juntos con Morena.
Mucho se piensa que el PRI se puede rajar porque hace un mes apoyó al gobierno en la reforma del artículo 5° transitorio en materia de militarización. Por eso no vemos que en esta situación el PRI apoye a Morena porque no gana nada y además el PRI está buscando reconciliarse con sus aliados para que vuelvan a ir en coalición en 2024.
La propuesta del presidente tiene algunas cosas positivas, pero el núcleo central de querer cambiar le la naturaleza de la dirección al INE y vincularlo políticamente al gobierno en turno, es algo tan grave en sí mismo que el resto de la iniciativa, aunque puede tener algunas cosas positivas, creemos que vale la pena desecharlo en su conjunto, porque no es de desear que los consejeros del INE sean políticos y activistas vinculados al poder. Eso sería sumamente grave y significaría, ese solo hecho en particular, un retroceso muy grave para nuestro país.