La temporada de Necaxa terminó de forma prematura ante un Victoria que pudo ver pocas veces algo positivo de su equipo, que nuevamente dejó mucho que desear y en tan sólo 45 minutos entregó lo que era el duelo más importante de la temporada para buscar seguir con vida en el torneo.
En duelo correspondiente a la jornada 16, los Rayos recibieron al renacido Atlas que a últimas fechas parece haber recobrado la memoria del nivel que lo llevó al bicampeonato. Tras un inicio muy trabado, Brian Lozano abrió el marcador al 22 de acción con un tiro libre en donde la barrera de Necaxa no hizo su trabajo dejando a Hugo González sin oportunidad de reaccionar.
Tan sólo dos minutos después llegó el segundo con un buen desborde de Ozziel Herrera por derecha que mandó una diagonal retrasada a la llegada de Julián Quiñones, que sólo empujó la pelota para aumentar la ventaja visitante. Necaxa intentó reaccionar, pero al 31 el poste le negó la anotación a Ricardo Monreal, que fue de lo más rescatable de los Rayos.
Para cerrar la primera parte Julián Quiñones puso el tercero en una escapada que definió con un toque ante la salida de Hugo, el gol se revisó en el VAR y fue dado por bueno, no así un gol de Méndez en el agregado, el cual fue anulado por posición adelantada. Para el segundo tiempo prácticamente Necaxa entregó el partido y por más que pudo no generó grandes chances más que un par de acercamientos.
A ocho minutos del final Edgar Méndez puso el de la honra con un buen remate de cabeza marcando otro gol en una campaña productiva para el español. La derrota de 1-3 significa la eliminación para los Rayos que con sólo 14 puntos no podrán pelear por el repechaje en un torneo para el olvido, la buena noticia es que los de Aguascalientes tendrán mucho tiempo para planear el siguiente torneo, que es el del Centenario.