El servicio de transporte público urbano que ofrecen los concesionarios de camiones urbanos y los operadores se sitúa en la ilegalidad, ante las insistentes faltas a las normas que los regulan, consideró el presidente del Colegio de Abogados de Aguascalientes, Francisco Frausto Ruiz Esparza.
Las múltiples anomalías en la prestación del servicio se focalizan en las infracciones del código de vialidad, con aspectos tan elementales como garantizar la seguridad de los pasajeros mediante cinturones de seguridad, entre una serie de faltas cometidas al conducir las unidades, mencionó.
“Los camiones no tienen un carril específico para circular, las paradas no se respetan ni la capacidad de los vehículos, además de que dejan de subir pasaje a las nueve de la noche, como si Aguascalientes fuera un pueblo, cuando se trata de una capital”.
Advirtió que tampoco cumplen con las normas ambientales, ya que emiten gases contaminantes, ni se ha puesto atención en las condiciones de seguridad e higiene al interior de los autobuses.
El especialista consideró que podrían revisarse los acuerdos jurídicos celebrados entre la Alianza de Transportistas Urbanos y Suburbanos de Aguascalientes con el Gobierno Estatal, cuando se pactó un incremento en la tarifa, que vinculaba a la obligatoria modernización del servicio y mejora de la calidad en el sexenio anterior.
Abundó que las necesidades de la población son muy diferentes al servicio que se presta en la actualidad, ya que no se tienen las unidades suficientes para que haya un traslado digno, además de no contarse con un horario nocturno que favorezca el traslado de trabajadores, estudiantes, profesionistas y turistas.
Enfatizó la necesidad de que haya competencia para la mejora del servicio, ya que bajo el esquema concesionado no se han cubierto los requerimientos de un estado que mantiene una dinámica de crecimiento.

Agregó que el estado cuenta con importantes industrias y desarrollo como para tener un transporte público “de rancho”; “es más fácil montarse a un caballo para irse a trabajar, además de que las unidades son de leña, no de diésel, por la cantidad de humo que echan y nadie pone un remedio, no sirven para nada las dependencias que cuidan el ambiente, no existen normas de higiene ni seguridad, ni siquiera cámaras”.
En entrevista, el especialista subrayó la urgencia de horarios nocturnos por las necesidades de los que trabajan de noche, por lo que sólo les queda la alternativa de tomar un taxi a quienes pueden pagarlo, y los que no, tienen que caminar.
Consideró que es necesario abrir la competencia para dar mejor servicio, que las instituciones observaran su funcionamiento mecánico como la forma de transitar de los urbaneros, además de revisar las condiciones en las que se otorgó el aumento anterior a la tarifa de pasaje, el cual se condicionó a la modernización del parque vehicular, además de prestar un buen servicio.
Hay varias interpretaciones jurídicas del acuerdo entre el Gobierno Estatal y la concesionaria, el cual, aclaró, entró en vigor desde el momento en que se firma, y sólo como una formalidad se publica en el Periódico Oficial del Estado; “porque no es una reforma legislativa para necesitar varios días para entrar en vigor”.
El especialista reconoció que existe inflación y aumento en los precios de los combustibles, sin embargo, no se estable la obligación de mejorar las unidades; “y que sean más para no ir en un solo camión las personas que deberían ir en tres”.