¡Qué noche tan espectacular la del viernes 21 de abril!, «El Potrillo», Alejandro Fernández, regaló un concierto inolvidable en el Palenque de la Feria Nacional de San Marcos. La emoción se podía sentir en el aire, con un recinto abarrotado de fieles seguidores ansiosos por disfrutar de la magia de su música.
Desde el primer acorde de «Como quien pierde una estrella», nos sumergimos en un torrente de emociones y recuerdos, transportándonos a momentos inolvidables de nuestras vidas. La dulce melancolía de «Te Amaré» y el desgarrador sentimiento de «No» nos envolvieron, haciendo vibrar cada rincón del Palenque.
Pero sin duda, uno de los momentos cumbre de la noche fue el homenaje a su padre, Vicente Fernández, con la interpretación de «Estos Celos». No hubo un sólo corazón que no se estremeciera de emoción, y las lágrimas brotaron de los ojos de muchos, en una comunión perfecta entre artista y público.
Y como si todo esto fuera poco, Alejandro nos sorprendió con «Cuando yo quería ser grande», una joya musical que nos hizo recordar nuestros sueños de infancia y nos llenó de alegría. Entre canciones, «El Potrillo» compartió entrañables anécdotas, haciéndonos sentir como si estuviéramos en una reunión familiar, disfrutando del calor humano y la cercanía con el artista.
Alejandro deslumbró con un traje charro negro y botonadura dorada, reafirmando su amor por México y sus tradiciones. Fue un guiño a la esencia de la música ranchera y un recordatorio de la importancia de nuestras raíces.
Sin lugar a dudas, el concierto de Alejandro Fernández en la Feria Nacional de San Marcos fue una experiencia única e inolvidable. Con su voz y carisma, «El Potrillo» nos envolvió en un abrazo musical que nos hizo vibrar de emoción. Esta mágica velada confirmó a Alejandro como uno de los grandes referentes de la música contemporánea en México, y nos dejó con ganas de más. ¡Viva El Potrillo! ¡Viva México! (Sofia/El Heraldo)
