
El secretario de Desarrollo Urbano Municipal, Jaime Gallo Camacho, recordó que tragedias como la ocurrida hace 35 años en la empresa J.M. Romo son un ejemplo de los riesgos que representa no contar con un proyecto adecuado de urbanización.
En 1988, algunas vecindades fueron adquiridas por la familia Romo para extender la planta de producción de muebles tubulares, sin embargo, durante el proceso de edificación se produjo un accidente en el que se vieron afectados 85 trabajadores, de los cuales 14 fallecieron.
Desde entonces, se ha prestado especial atención a que el desarrollo de la ciudad se lleve a cabo de manera ordenada y se ha procurado evitar la combinación de usos habitacionales con los de comercio, industria o servicios que puedan impactar de forma negativa en la población.
En este sentido, Gallo Camacho explicó que la compañía decidió edificar una nueva planta en Jesús María para evitar seguir creciendo en el primer cuadro de la ciudad, lo que demuestra su compromiso con la comunidad.
Además, destacó que J.M. Romo es una empresa global con oficinas y plantas en Ciudad de México, Monterrey, Estados Unidos e incluso China, lo que la convierte en un hito en términos de desarrollo industrial de Aguascalientes.
El funcionario señaló que la instalación de la compañía en las calles Vicenta Trujillo y Colón trajo tanto ventajas como desventajas, debido a que, por un lado, se ampliaron sus instalaciones, y, por otro lado, se constituyó una zona densamente poblada del municipio, el Infonavit San Fernando, a su alrededor.