
Estudiantes de educación básica en zonas rurales del estado presentan algún grado de discapacidad visual, estimándose que un 30% del total de los alumnos del sistema Conafe requieren lentes.
Se trata de cerca de 1 mil 500 niños, quienes no tienen recursos para adquirir anteojos, y enfrentan problemáticas de aprendizaje, e incluso su condición los hace objeto de burla por no tener un aprovechamiento deseable en su etapa de enseñanza, refirió Alberto Lyon Aceves Salas, delegado federal del Consejo Nacional de Fomento Educativo.
El funcionario consideró que la iniciativa puede sumarse al programa de apoyo denominado “Lentes Pendientes” para que empresarios donen anteojos a estudiantes de Conafe, ya que con estas acciones también se combate el rezago educativo y se pueden obtener mejores resultados de aprovechamiento escolar.
“Hay quienes incluso llegan a sufrir acoso escolar, las familias no se dan cuenta que el bajo aprovechamiento se puede deber a una mala visión, enfatizó.
Explicó que el costo de unos lentes resulta inaccesible para una familia en las comunidades alejadas en las que Conafe atiende el servicio educativo, debido a que el costo puede ubicarse entre cuatrocientos o cerca de mil pesos.
Aunque se ha tenido vinculación con compañías y ópticas que tienen interés por realizar donaciones a estudiantes, el funcionario subrayó la importancia de un mayor apoyo de la sociedad, ya que no sólo se requiere la compra de lentes, sino una serie de gastos en estudios adicionales.
Refirió que la problemática también se presenta por las condiciones en que los estudiantes viven por estar en contacto con la tierra y esto ocasiona molestias oculares que deben atenderse oportunamente.
“Difícilmente estos alumnos podrían pagar por su cuenta el diagnóstico, tratamiento y la compra de los lentes. Pero incluso hay casos que las molestias oculares desaparecen únicamente con gotas lubricantes”.