
Manuel Cruz Leos cuenta con 24 años de experiencia en el sector de la construcción. A pesar de no haber tenido la oportunidad de estudiar en un aula, se ha convertido en un verdadero maestro. Proveniente de una familia cuyo sustento proviene del trabajo agrícola, Manuel decidió buscar empleo en la construcción siendo aún adolescente. Comenzó como ayudante a los 14 años, y en tan sólo dos años, ya era oficial.
A lo largo de su carrera, Manuel ha formado a 10 oficiales, inculcándoles que el trabajo se debe realizar con calidad, o mejor no hacerlo. Agradece a sus mentores, quienes le brindaron la oportunidad de trabajar como ayudante y enseñaron todo lo necesario para construir una casa.
Nacido en la comunidad de Calvillito, comenzó cargando botes de mezcla y ayudando a los «maistros». Su interés por aprender y su deseo de superarse lo impulsaron a buscar mejores oportunidades, en contraste con las dificultades que implica subsistir a través de la agricultura.
SU MENTOR: Manuel recuerda con gratitud a Don Camilo Campos, quien le dio su primera oportunidad y lo ascendió a oficial a los 16 años. Ahora, a sus 39 años, ha recibido la confianza de su patrón para asumir un rol de liderazgo, aunque él asegura que su verdadera vocación es ser oficial albañil.
Lo encontramos trabajando junto a su equipo, preparando la mezcla para el aplanado del firme de una vivienda de dos plantas en un fraccionamiento residencial al oeste de la ciudad.
«Al principio te emocionas porque aprendes a pegar tabique. Sé un poco de todo, porque nadie sabe todo al 100%. Tenemos habilidades y seguimos adelante. Lo que sí es que conocemos lo que está bien hecho y lo que no, y eso es lo que representamos en la obra. Me gusta comenzar la obra desde el principio y llegar hasta el final», comentó Manuel Cruz.
LOS CIMIENTOS: «Mis padres ya eran mayores, se dedicaban al campo y no teníamos recursos para ir a la escuela. No podíamos subsistir así, y todos aspiramos a tener algo. Gracias a Dios, nos ha ido bien», destacó.
Manuel advierte que es importante tratar bien a las personas en el trabajo, ya que hay lugares «en los que se les trata peor que a un animal». Es necesario tratar bien a todos porque somos iguales, así la gente responde.
TANTEANDO. Cruz Leos indicó que, afortunadamente, siempre hay trabajo. Aunque los costos de la construcción son elevados, el maestro debe calcular bien los gastos, como el transporte, para poder recibir un salario justo. Un ayudante gana aproximadamente 2 mil pesos a la semana, un albañil «de media cuchara» obtiene 2 mil 500 pesos, y el oficial puede ganar entre 3 mil 500 pesos o hasta 5 mil pesos cuando se trabaja por destajo o metro cuadrado.
FE Y SOPORTE. Este 3 de mayo, en el Día de la Santa Cruz, la obra dirigida por Manuel ha colocado en la azotea el símbolo representativo de esta fecha tan importante para los albañiles. Cabe recordar que Manuel decidió aprender de los maestros para poder sostenerse adecuadamente en el oficio. A pesar de que el trabajo es pesado, imagina que, si Dios lo permite, continuará en la construcción hasta llegar a los 60 años de edad.