
El Obispo Juan Espinoza Jiménez instó a la comunidad a unirse en oración por los padres de familia, animándoles a comprometerse a educar en la paz y a buscar a quienes han desaparecido en la región. Enfatizó la necesidad de colaborar frente a los desafíos y adversidades que aquejan a la sociedad.
El Prelado manifestó su preocupación por las familias que han enfrentado la pérdida de seres queridos en localidades que forman parte de la Diócesis, tales como Teocaltiche, Encarnación de Díaz, Ojuelos y Loreto. Del mismo modo, se refirió al caso de los 5 jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, elevando una oración por su protección y pronta aparición.
Durante la homilía, el Pastor de la Diócesis se unió a la reflexión de los obispos de México, abogando por la educación en la paz. Abordó la cuestión de la rivalidad y polarización que surgen con frecuencia entre distintos grupos y comunidades. Desafortunadamente, dichas actitudes se han intensificado, volviéndose más sofisticadas y crueles.
«Es común ver a individuos comportarse de manera hostil e intolerante, no aceptando ni respetando a quienes difieren de su pensamiento, ya sea en creencias, afiliación política o pertenencia a grupos religiosos», señaló.
Por esta razón, Monseñor Espinoza enfatizó la relevancia de reconocer la unidad y la aceptación mutua, más allá de las diferencias. Destacó la importancia de no magnificar dichas diferencias, pues esto puede desembocar en conflictos y divisiones dañinas para la sociedad.
El Obispo alentó a los fieles a emular a Cristo, practicando la comprensión y aceptación mutua. Aseguró que el amor divino es para todos y que cada persona merece respeto y consideración, sin distinción.
Concluyendo, Espinoza Jiménez hizo hincapié en la solidaridad y entendimiento mutuo, invitando a la comunidad a superar desavenencias y colaborar para el bien común. Su mensaje subrayó la esencia de la unidad y la fe en tiempos difíciles.