
El ex presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional y delegado federal de la Sedatu, Isidoro Armendáriz García, demandó la total renovación bajo la vía democrática del Comité Estatal y los municipales, sus respectivos consejos políticos, al presentar un decálogo en el que llamó a resurgir de un proceso democrático en el que participe la militancia y sus simpatizantes.
En rueda de prensa, señaló que para no obtener una nueva derrota hacia el 2018, “habrá que vacunarnos en contra de la contaminación, traición, simulación, corrupción y prostitución política”.
Sin descartarse para dirigir el comité estatal, planteó reorganizar al PRI, su estrategia y su cadena de mando, llamar a cuentas a servidores públicos priístas y denunciar los actos de corrupción; crear un órgano de control y seguimiento que promueva la expulsión de los traidores al Partido.
Dijo que se deben erradicar liderazgos autoritarios, monolíticos y lineales que producen derrotas electorales, también constituir un frente amplio y plural para la evaluación y seguimiento de actos de Gobierno, revisar los métodos de selección de candidatos y dirigentes para no improvisar candidaturas ciudadanas ni desechar cuadros competitivos y honestos.
Hizo énfasis en que las victorias como las derrotas no son para siempre, todas son de ida y vuelta; por lo cual, consideró que el arribo de los próximos dirigentes al PRI local debe ser con la conciencia de que habrá de remarse contra la corriente y así enfrentarse con valor y destreza a los nuevo retos que implica estar fuera del Gobierno.
“Mi invitación es a que no caigan en la psicología de la derrota, porque la peor derrota para un partido político es la derrota del pensamiento y la depresión psicológica, la ausencia de entusiasmo, y eso no podemos permitirlo en el Partido”, enfatizó.